El gigante del comercio electrónico de moda se enfrenta en Estados Unidos a una class action lawsuit por infracción de derechos de autor. En ella se alega que Shein utiliza la técnica data scraping o raspado de datos y el seguimiento electrónico para identificar los diseños en los que se fijan los usuarios y utilizarlos para desarrollar sus productos. Un modelo de negocio que integra la infracción generalizada de derechos de autor y permite a la compañía generar miles de diseños al día e ingresos anuales que superan los 30.000 millones de dólares, según el digital The Fashion Law (TFL).
La demanda interpuesta por el artista Alan Giana en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos del sur de Nueva York acusa a Shein de utilizar sistemas de monitorización electrónica y su inteligencia artificial (AI) para rastrear los diseños que más interesan a los consumidores, sobre todo en Instagram y TikTok, para copiarlos y anticiparse a las tendencias de moda.
La demanda incide en que este modo de operar de Shein lo ha mantenido durante años infringiendo de forma «delibrada y generalizada los derechos de autor de muchos artistas», en especial, los más activos en la red, que se convierten en objetivo principal de la firma de moda para copiar sus obras y producirlas en masa. De aquí que Giana proponga que se certifique como una demanda colectiva, al tiempo que solicita medidas cautelares, así como daños y perjuicios económicos.
El supuesto modus operandi
Giana sostiene que la empresa no crea ni diseña «muchos de sus productos», sino que utiliza «algoritmos, IA y sistemas informáticos de seguimiento relacionados para identificar imágenes y diseños virales y de tendencia en redes sociales, aplicaciones y sitios web». Asegura que Shein «se apropia de forma indebida de esas obras para fabricar y vender los diseños como productos propios, sin notificación ni atribución a los artistas y creadores».
Además, el artista mantiene que para fabricar los nuevos artículos que, a menudo son copias idénticas de obras protegidas por derechos de autor, y hacerlo a gran velocidad, «los resultados del sistema de diseño basado en algoritmos de Shein se transmiten directamente a sus fábricas para su producción». Es decir, que no existe intervención humana ni control para que los diseños del algoritmo no sean propiedad de otros, recoge TFL.
Por otro lado, Giana también afirma que la compañía de moda ultrarrápida complementa la extracción de datos investigando y vigilando lo que hacen sus competidores del retail minorista para asegurarse de que su producción tiene «un alto potencial de éxito comercial.»
Shein cuenta con numerosas demandas por este motivo
Pero no es la primera vez que Shein se enfrenta a acusaciones de infracción de derechos de autor. The Wall Street Journal, en 2022, ya reveló que la compañía había recibido decenas de demandas por robo de diseño. De nuevo, en julio del año pasado, tres diseñadores gráficos presentaron una demanda contra la empresa por infracción de derechos de autor alegando que produjo y vendió copias exactas de sus diseños. Afirmaban, según CNN, que utilizaba «algoritmos secretos» para determinar las tendencias de la moda y que estos “no podrían funcionar” sin generar copias exactas del trabajo de los artistas.
De momento, Shein no se ha pronunciado sobre esta última demanda, quizá porque podría estar buscando una solución extrajudicial para evitar el litigio.
