Javier Sánchez Medina es una rara avis de la artesanía española. Desde su taller en una de las calles de la Malasaña más secretas, no solo ha sido capaz de reinventar el arte de tejer esparto con sus trofeos ecológicos, sino de convertir esas cabezas de leones o toros en objeto de deseo en todo el mundo. Tras enamorar a celebridades americanas, ha colaborado con firmas como Loewe, Zara o Disney, para el que tejió las manos de Mickey Mouse en una exposición por su 90 cumpleaños. Autodidacta, inquieto y emprendedor, ahora sueña con convertir un cortijo en su Extremadura natal en ese espacio de sosiego que le invita a seguir creando, a él y a otros artistas del mundo.
Transcripción
El esparto
«Viene un poquito de mis recuerdos de mi infancia, cuando yo era pequeño. Yo recuerdo a mi abuelo tejer en el patio, no se dedicaba a ello, pero recuerdo cómo tejía las bases de las sillas en enea y las cortinas de los exteriores de las casas con la pleita, o sea, con el esparto. Y yo creo que de ahí vino un poco el tema de querer hacer mi propio producto, y quise hacer ese homenaje a recuperar esas técnicas y estos materiales, respetando tanto el proceso como el material en sí.»
Inspiración
«Mis mayores referentes son los señores que llevan toda la vida trabajando en esto con distintos materiales: en palma, mimbre, en esparto. Y ellos son los mayores referentes, los que tienen el conocimiento y los que realmente son los verdaderos artesanos y están conservando esa historia de la artesanía.»
Sueño hecho realidad
«Nunca, o sea… Yo quería crear un producto que un poco contase quién soy, de dónde vengo y tal. Quería montar mi pequeño taller, dedicarme a lo que a mí me gusta hacer, sin pensar mucho más allá de lo que iba a pasar. Ni por asomo pensé que pudieran pasar cosas tan grandes y tan bonitas para mí. Porque al final sí que han pasado cosas que en mi vida hubiese pensado que podrían haber pasado, como estar en una alfombra roja en Estados Unidos por trabajar en lo que trabajo.»
Hollywood
«A esta visita, al final se le dio prensa de todo tipo, desde ‘el artesano que enamoró a Sarah Jessica Parker’, le dieron mucho bombo, sí que es verdad. Ella conocía mi trabajo porque yo ya tenía un recorrido en Estados Unidos. A mí me llevó un interiorista, Nate Berkus, me llevó a Los Ángeles a exponer con mi trabajo al poco tiempo de empezar. Y allí se me dio mucha prensa, en Estados Unidos me sacaban publicaciones y ella ya conocía mi trabajo de estas publicaciones. Vino aquí a Madrid y el antiguo embajador de Estados Unidos, su marido, me mandaba siempre (como sabía que vivía enfrente) clientes, amigos y tal, a la hora de comer, que es cuando está cerrado. Y ese día me llamó, me dijo que tenía una amiga que estaba comiendo con él, que admiraba muchísimo lo que hacía, y que quería pasar a conocerme. Sin en ningún momento contarme quién era. Yo bajé, como siempre he bajado, independientemente del cliente que me mandaba y cuando empecé a ver flashazos en la puerta y tal dije: ‘Pero, ¿quién es esta señora que me manda…?’ Y ya entró, con la cabeza bajada, se quitó las gafas y vi que era ella, y súper encantadora. Se portó muy bien el tiempo que estuvo aquí en la tienda, y le dio muchísima visibilidad. Evidentemente, el tirón que tuvo después, se reflejó: estuvimos durante años vendiendo las piezas que se había llevado ella.»
Mickey Mouse, Loewe o Zara
«Se expuso en Nueva York, y la presentación fue súper bonita. Allí fue Sara Jessica Parker a apoyarme también, porque se enteró que estaba allí en Nueva York. Y bueno, pues desde eso hasta los escaparates a nivel mundial con Loewe, hasta esta pieza que está expuesta en Shanghái con Jonathan Anderson, a ser reconocido varias veces en Forbes por la trayectoria de mi trabajo. No sé, al final son cosas como lo que hablábamos antes. Yo no pensaba que me iban a mencionar en el New York Times, también por la trayectoria que llevaba. Y después, bueno, pues ya hacer colecciones de moda. Tanto con el material con Carlota Barrera, como sacar una colección de textil para Zara en la primavera del año pasado.»
Evolucionar
«Yo creo que no es que se deba, sino que el artista en sí, si eres creativo, necesitas hacer cosas nuevas. Que la cosa evolucione: no solamente porque lo debas de hacer, sino porque lo necesitas hacer.»
Redes sociales
«El hecho de tener una red social y poder mostrar tu trabajo a nivel mundial para mí es importante. Y después, para coger referencias. Yo muchas veces me inspiro de muchas cosas que veo en redes sociales, porque sigo a muchos artistas, sigo a muchos artesanos que me sirven de inspiración también a mí después.»
Copia de la obra
«Ya se dio, y en su momento lo pasé mal con ello, pero al final si te copian es buena señal, al final es que algo estás haciendo bien. Esto siempre ha existido, siempre ha estado ahí, pero sí que es verdad que al sacarlo se dio un boom de este tipo de piezas. Sí que lo he sufrido, porque incluso a gente que he tenido trabajando aquí, después ha habido esa cosa de querer, por su parte, incluso haciéndose pasar por mí, vender mi producto con clientes míos. Eso se dio, y al final he aprendido un poco a entender que, si te están copiando, se está haciendo algo bien, algo está funcionando.»
Artesanía y propiedad intelectual
«Yo creo que ahí hay un hilo, que sí que es verdad que, claro, al ser artesanal, al final cualquier trenzado, cualquier puntada, cualquier… Estoy hablando en mi en mi categoría, en mi sector que es el tema de la fibra natural, pero pasa con todo. No se puede registrar porque ya es distinto. Entonces sí, creo que está bastante olvidado y que se tenía que controlar más: sí.»
