Autodidacta y exquisita. Esta dibujante y arquitecta, nacida en Lima y afincada en Madrid desde 2024, experimenta con lápices y polvo de carboncillo en unas creaciones que, pese a su hiperrealismo formal, generan ensoñación en el espectador. Premio Creators 2024 en categoría Artes Visuales, Arianne Jeri es una artista en construcción que se mueve con la agilidad de sus panteras en las redes sociales, donde comparte con la misma verdad un retoque en su dibujo que todos los movimientos que su mesa de trabajo da, hasta dar con la ubicación perfecta en el estudio al que recientemente se mudó: «Hemos ido creciendo en las redes mientras yo mejoraba mi técnica», explica en esta videoentrevista en que habla sobre descubrimientos y luchas mentales.
Mi mundo creativo
Bueno, me enfoco bastante en la naturaleza. Me gustan los animales, me encantan las plantas, he estado dibujando muchas flores, felinos… Los felinos, no sé, tienen algo en la mirada que me encanta, entonces trato de replicar eso en el papel lo mejor que puedo. Uso lápices y polvo de carboncillo para crear dibujos hiperrealistas.
Es, en verdad, como un juego con mi mente. No sé si es que no sé si es que estoy llegando a contar algo con lo que hago, simplemente es el hecho de que me fascina poder recrear la vida en un papel con materiales tan básicos como lápices o polvos. No sé, me gusta como seguir mi intuición para enseñarme a mí misma, las técnicas y lo que necesito hacer. No soy mucho de ver tutoriales o clases o cosas así porque me gusta a mí misma como llegar a algo a una técnica, a algo nuevo y enseñármelo a mí misma: como que sentir que mi cerebro está haciendo clic en ese momento, eso es lo que busco yo personalmente.
Arte y redes sociales, un todo
Empecé, por ejemplo, mi cuenta de Instagram justo cuando empecé a dibujar con lápices. Entonces han sido como el mismo camino, hemos ido creciendo las redes mientras yo mejoraba mi técnica. De hecho que, a veces, estoy dibujando y digo: «No, no puedo dibujar esta parte porque la quiero grabar». Y el hecho de tener la cámara encima, también te hace sentir una presión como que te están mirando así no hay a nadie a tu alrededor, pero sí, van de la mano.
Síndrome del impostor
Es algo que antes no sentía, o sea, antes de empezar a tomarme el arte en serio, yo decía, «Ay, mira, sí, yo veo eso y lo puedo hacer», y tenía como mucha más confianza. Y mientras han ido pasando los años y he ido como desarrollando un poquito más mi técnica, es como que mi confianza ha ido bajando. Que es loco, porque es como que mi técnica va subiendo y mi confianza va bajando: es una pelea mental, en verdad.
De Lima a Madrid
Creo que con las redes sociales puedes llegar a cualquier parte del mundo, entonces puede que no sea tan importante exactamente dónde estás, pero sí siento que acá hay muchas más oportunidades que en Lima, Perú. O sea, allá el arte no es tan apreciado, sé que acá en Europa, en general, dicen que en España el arte no está siendo tan apreciado como podría, pero es mucho más de lo que es apreciada en Perú y en Latinoamérica en general.
Formación como arquitecta
Sí, siento que la arquitectura me ha llevado a esa atención al detalle. Antes de la carrera, yo dibujaba, en el colegio por ejemplo, en clases. La última vez que había dibujado fue en mi último año de colegio en una clase de arte, y de ahí no dibujé por muchos años que fue la carrera, de ahí empecé a trabajar y todo. Y luego en la pandemia, cuando lo retomé e hice mi primer dibujo en lápiz, me quedé como que… ¿qué?, o sea, ¿cómo hice yo esto? Fue completamente diferente, o sea, había subido 1.000 niveles sin haber estado practicando. Y todo, yo creo que ha sido gracias a la carrera, ¿no?
Premio «Creators Artes Visuales 2024»
Me encanta que sea una plataforma que le da visibilidad a los artistas, sobre todo a los nuevos. Y que te premien por eso, o sea, te hace sentir como que estás haciéndolo bien, estás haciendo algo que a la gente le gusta y eso es importante, de hecho.
Inteligencia artificial generativa
Siento que la gente se asusta mucho con el tema de la inteligencia artificial y como eso puede, de repente, sobreponerse sobre el arte, pero yo creo que depende mucho de las personas. Si es que alguien, en verdad, aprecia lo que haces, aprecia el tiempo que le dedicas a un pedazo de papel, es muy difícil que también vean un dibujo hecho por inteligencia artificial como arte. A mí la verdad que no, ni me asusta ni siento que es algo que me va a perjudicar, siento que es algo que me podría ayudar en el futuro.