El II Libro Blanco del Escritor, realizado por la Asociación Colegial de Escritores (ACE), revela que ocho de cada 10 autores y traductores españoles consideran que la inteligencia artificial generativa (IAG) es una «amenaza directa» para la propiedad intelectual. Los escritores creen que estos nuevos modelos de lenguaje están siendo entrenados sin permiso con material protegido, sin transparencia en el proceso y sin que los dueños de los derechos reciban ninguna compensación.
Esta es la principal conclusión del volumen, titulado Escribir y traducir en tiempos de la Inteligencia Artificial Generativa, y que muestra el punto de vista sobre la actividad profesional de escritores y traductores tras la llegada de modelos como ChatGPT, OpenAI y demás. El volumen recoge 603 entrevistas con profesionales de ambos gremios autores, llevadas a cabo entre finales de 2024 y principios de 2025.
La IA impactará negativamente en la profesión
El 80% de los entrevistados ven la IAG como «una amenaza directa» para la propiedad intelectual, y al 75% les preocupa que su empleo tanto en la edición como en la traducción puedan conducir a la «uniformidad estilística». Además, el 60% considera que la IA jamás podrá elaborar un texto «novedoso y original», señala Infobae, y el 62% opina que esta herramienta impactará de forma negativa en el futuro de la profesión de escritor. Un porcentaje que se eleva hasta el 76% en el caso de los traductores.
Permiso previo, remuneración y transparencia
Ante estas perspectivas, los escritores exigen la creación de un marco legal a nivel europeo que defienda tres de los aspectos actualmente en conflicto relacionados con su actividad: autorización, remuneración y transparencia. Además, el colectivo demanda mecanismos eficaces para proteger sus derechos de autor frente a aquellos que los usan sin permiso para entrenar sus modelos de lenguaje y chatbots. «Defender los derechos de autor es defender la cultura, una cultura original creada por personas y no por algoritmos», añaden desde ACE.
Un 38% de los escritores cobró menos de mil euros desde 2019
Este segundo libro también actualiza algunos de los datos de su primera edición, publicada hace seis años. En este se indica que el nivel socioeconómico de ambos gremios no varió sustancialmente en el último lustro. Así, el 23% de los escritores se dedica en exclusiva a la literatura –frente al 14% de 2019–, que un 38% cobró menos de mil euros por su actividad en los últimos años, o que la media de ingresos fue de 9.244 euros, una cifra que se eleva hasta los 22.017 euros en el caso de los traductores. Además, según Infobae, en el último lustro mejoraron «algo» las relaciones contractuales, al pasar del 70% al 81% los contratos que reseñan porcentajes de derechos de autor. Unos derechos por los que, no obstante, no han percibido ningún pago hasta el 22% de los escritores en los últimos cinco años.
El 96,5% exigen autorización para usar sus obras
Hace unos meses, la ACE, junto con otras entidades autorales, publicaron otra encuesta en la que participaron más de 800 creadores residentes en España. Según los resultados, el 96,5% de los escritores, traductores y autores dramáticos consultados exigen autorización para el uso de su material por parte de las empresas de IAG. Casi la mitad de estos (49,9%) rechazan cualquier tipo de autorización, frente al 50,1% que sí estaría dispuesto a otorgarla en caso de que hubiera una remuneración apropiada.
El principal argumento de aquellos que no autorizarían ceder sus obras es que esta práctica debilita el valor del trabajo creativo. En cuanto a las remuneraciones, ACE señala que las cantidades propuestas por las tecnológicas –10 dólares por libro o 0,001 dólares/palabra– son rechazadas por mayorías cercanas al 70%. En general, los autores prefieren una compensación basada en el número de palabras (58%) que en obras completas.
El fenómeno #WritersTok en Estados Unidos
Al hilo de esto, en los últimos meses se ha producido en Estados Unidos un movimiento por parte de escritores y escritoras para protestar contra aquellos que emplean la inteligencia artificial para autoeditar libros, y que luego emplean como un trampolín para acceder a contratos en editoriales tradicionales, recoge Wired. Bajo esta premisa, autores de varios géneros literarios están subiendo vídeos con el hashtag #Writerstok para demostrar sus procesos de edición y criticar a los falsos autores que emplean la tecnología para escribir sus libros. Foros como el de Reddit WritingwithAI, con más de 40.000 suscriptores, dan cuenta de la pujanza que tiene estas prácticas poco creativas, señalan los protagonistas de la protesta.
Fuentes: Asociación Colegial de Escritores, Infobae, Wired.