- Adobe After Effects es la opción favorita de muchos usuarios que buscan crear motion graphics para sus proyectos.
- Por su parte, SideFX Houdini es la preferida para la generación de contenido para videojuegos de última generación; mientras que Nuke mantiene su posición como el estándar de la industria en composición avanzada.
Si hablamos de efectos visuales, visualizamos un podio bastante claro. A la cabeza, el más conocido, sin duda, se encuentra Adobe After Effects. A su lado, SideFX Houdini y Foundry Nuke se alzan como los programas más competentes para los profesionales del sector, como cineastas, animadores y diseñadores gráficos. Todos ellos son opciones completas y que ofrecen un sinfín de posibilidades. En este artículo analizamos sus fortalezas, debilidades y sus aplicaciones en la industria audiovisual.
Adobe After Effects: el rey del motion graphic

Como decíamos al inicio del artículo, Adobe After Effects es uno de los programas más conocidos si nos centramos en efectos visuales, el gran referente si hablamos de motion graphics. La mayor ventaja de Adobe After Effects es que comparte una interfaz parecida con otros programas de Adobe, facilitando su uso a los usuarios habituados a su metodología. Además, su integración con las otras aplicaciones del universo Adobe, como Photoshop, Illustrator y Premiere Pro, permite que el flujo de trabajo sea más fluido entre las distintas fases de producción: desde el diseño inicial hasta la postproducción final.
After Effects es especialmente útil para la creación de gráficos animados, o motion graphics. De hecho, muchos profesionales usan esta herramienta a diario para crear títulos, logotipos y fondos en movimiento. Para ello, el programa brinda herramientas como fotogramas clave y expresiones con las que es posible generar movimientos fluidos y complejos. Con estas opciones, se pueden ajustar la posición, la escala y la rotación de los elementos para crear los movimientos deseados. Sin embargo, After Effects cuenta con una amplia plantilla de efectos preestablecidos que se pueden aplicar fácilmente para crear transiciones o mover objetos.
Asimismo, también es capaz de combinar elementos 2D y 3D en una misma escena, generando entornos atractivos en términos de profundidad y dimensión. Para ello, permite la importación nativa de modelos 3D desde otros programas como Cinema 4D Lite o bibliotecas de Creative Cloud, y es capaz de integrarlos en capas 2D. Otra de las funciones destacadas es la rotoscopia, es decir, la posibilidad de aislar un elemento de una imagen mediante el uso de máscaras para integrarlo en otro entorno o modificarlo. Esta opción combina modelos de inteligencia artificial mediante la herramienta de pincel tipo rotoscopia, que permite extraer los objetos con rapidez y precisión, incluso aquellos más difíciles de aislar, como el cabello o las extremidades superpuestas.
Estas son solo algunas de las posibilidades que brinda el programa de Adobe. Aunque también presenta algunas limitaciones. Y es que al tratarse de proyectos con un renderizado avanzado en 3D, After Effects cuenta con funciones más básicas que otros programas, que sí están preparados para manejar escenas 3D de alta complejidad, como Houdini o Nuke.
SideFX Houdini: el maestro de los efectos visuales más realistas

Houdini, desarrollado por SideFX (1996), se ha ganado un puesto en la batalla de los programas especializados en simulaciones y efectos visuales. Su sistema de trabajo se basa en nodos. Cada acción o modificación se representa en forma de nodo y estos funcionan como bloques conectados entre sí que forman un flujo de trabajo. Este enfoque lo distingue de sus competidores y permite a los usuarios la creación de efectos visuales con mayor flexibilidad, versatilidad y efectividad. Podríamos decir que es la herramienta perfecta para diseñar composiciones de alta gama o con un nivel de detalle extremo, como las simulaciones de fluidos realistas (agua, humo y fuego), de texturas y de sistemas de partículas complejos. Es por ello que es un programa indispensable en producciones cinematográficas con un presupuesto alto.
Este programa también es ideal para diseñar terrenos y ciudades, una función perfecta para cine o videojuegos. Para ello, los usuarios pueden utilizar nodos especializados como Heightfields, que generan mapas personalizables. Con este tipo de nodos se pueden modificar aspectos como el nivel de erosión, el ruido fractal o la texturización para simular montañas, valles o ríos. De hecho, se sirve de datos geográficos reales (mapas GIS) para generar estos terrenos de manera precisa. Todos los terrenos creados pueden exportarse a motores como Unreal Engine o Unity, para el uso en videojuegos. Por otra parte, con la misma precisión, los usuarios pueden diseñar ciudades enteras, con sus edificios y calles bien detalladas.
Y no solo entornos. Muchos usuarios utilizan Houdini para crear y animar personajes con la herramienta de Rigging que permite configurar desde el esqueleto hasta manipular cualquier movimiento para simular las articulaciones. Del mismo modo, se pueden modificar elementos como el pelo, la piel, los músculos y los detalles más precisos de la ropa. La principal desventaja de Houdini es que su curva de aprendizaje es muy pronunciada. Su interfaz y su sistema de nodos pueden ser complicados de entender y dominar, sobre todo, para las personas que se están iniciando en el mundo de los gráficos y efectos visuales.
Foundry Nuke: el estándar de la industria en composición

Finalmente, Nuke es otro de los programas estándares en la industria de los efectos visuales. Esta herramienta es una de las más eficaces para generar composiciones de gran calidad. Al igual que Houdini, su sistema de trabajo se basa en nodos. De esta manera, los artistas o editores controlan perfectamente cada paso del proceso sin perjudicar el proyecto global. Este programa es un referente en funciones como la composición avanzada de efectos visuales, la integración de CGI (Computer-Generated Imagery) con metraje de acción real (combinación de elementos digitales con imágenes grabadas en entornos reales); la corrección de color, la rotoscopia, el tracking 3D y las simulaciones físicas básicas.
Concretamente, la composición es la esencia de Nuke. Para conseguir resultados realistas, ofrece funciones específicas. En primer lugar, el Keying y el Matte Extractation permiten eliminar el fondo de una escena con técnicas como el Chroma Key o el Luma Key. En segundo lugar, la retoscopia es capaz de crear máscaras y seleccionar objetos de manera precisa para poder aislarlos. El Tracking y el Matchmoving, por su parte, facilitan el seguimiento en el metraje y una integración realista. Los ajustes de color, iluminación y tonalidad ayudan a encajar los elementos con el nuevo entorno. Y, finalmente, las correcciones en la profundidad de campo y el desenfoque ajustan los detalles para simular que la escena se ha grabado con una cámara real.
Por otro lado, Nuke cuenta con herramientas que la distinguen respecto a otros programas, como su capacidad para trabajar con datos profundos (z-depth), permitiendo una interacción más precisa entre los objetos digitales y los reales; y la posibilidad de importar múltiples pases de render (las sombras, los reflejos y las luces), comprimidos en archivos EXR.