El conglomerado de medios digitales Ziff Davis se une al grupo de empresas creadoras de contenido que han demandado a OpenAI. De nuevo, la compañía líder en inteligencia artificial (IA), es acusada de utilizar contenido protegido por copyright sin autorización para entrenar sus modelos, en especial ChatGPT. La denuncia alega que la firma de Sam Altman ha ignorado las prohibiciones de rastreo automático que imponen los archivos robots.txt y que ha eliminado del contenido sustraído la información relativa a derechos de autor debilitando sus marcas registradas.
Copia intencionada
Ziff Davis, propietaria de más de 45 medios digitales, entre ellos Mashable, PCMag o GameSport, junto a sus filiales IGN Entertainment y Everyday Health Media, especializadas en videojuegos y salud y bienestar, respectivamente, ha puesto la demanda en un tribunal federal de Delaware. En ella, sostiene que la tecnológica ha «reproducido copias exactas y creado obras derivadas de forma intencionada e implacable» de sus contenidos, recoge The New York Times (NYT).
La denuncia se suma a la de otras editoriales
Se trata de uno de los principales grupos editoriales estadounidenses, que supera los 3.800 empleados, publica cerca de 2 millones de artículos al año y cuenta con una audiencia media mensual de 292 millones de personas. Con su denuncia, se suma a la de otros grupos como The New York Times, The Intercep, Raw Story, AlterNet y los principales medios canadienses, que han optado por demandar en vez de firmar acuerdos de licencia de contenido con OpenAI, informa The Verge.
Infracción de copyright y de la DMCA
La demanda alega infracción de La Ley de Copyright de Estados Unidos y la violación de la Ley de Derechos de Autor del Milenio Digital (DMCA), acciones con las que está logrando un «enriquecimiento ilícito». En concreto, acusa a la empresa de Altman de copiar textos de su propiedad sin autorización a través de scraping al ignorar las indicaciones de los archivos robots.txt, que son una guía para indicar a los bots externos la información pueden extraer y la que no. Un contenido que utiliza para entrenar su popular modelo de IA ChatGPT, como señala Level Up.
Por otro lado, Ziff Davis también culpa a la tecnológica de «eliminar o alterar la información de gestión de derechos de autor, como el nombre del creador, el titular de los derechos o el nombre de las publicaciones», según Plano Informativo. Una vez eliminadas estas referencias, las reproduje y distribuye para hacerlas accesibles al público como si fueran propias.
Cese de actividad e indemnización
Ante estos hechos, la editora estadounidense exige en el escrito legal no solo el cese permanente de cualquier actividad de OpenAI que explote sus obras, sino también la destrucción de los conjuntos de datos o modelos que contengan su contenido. Al tiempo, pide un juicio con jurado y una compensación económica de 150.000 dólares por obra que, según NYT, sería de «al menos cientos de millones de dólares». El diario asegura que los directivos de Ziff Davis han estudiado a lo largo de meses esta decisión y la han tomado «con la esperanza de que otras editoriales sigan su ejemplo».
OpenAI alega uso justo
Por su parte, la tecnológica se mantiene firme en el mismo postulado con el que ha respondido al resto de empresas que la han demandado por utilizar de forma indebida sus contenidos. Jason Deutrom, portavoz de la firma, en un comunicado ha declarado que sus modelos «impulsan la innovación, se basan en datos públicos y en el uso legítimo», indica The Verge. Se muestra convencido de que «ChatGPT contribuye a potenciar la creatividad humana, impulsar el descubrimiento científico y la investigación médica», al tiempo que «permite a cientos de millones de personas mejorar su vida diaria».
Fuentes: The New York Times, The Verge, Level Up, Plano Informativo.