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https://valentina-lujan.es/Dbre10/caraycruz.pdf sábado, noviembre 29, 2008 Cara y cruz del azar y del destino Anoche, en el programa de Ayanta, surgió el tema de si las vidas (ella, en su programa, se centra naturalmente en el tema del amor) están o no regidas por el destino. Yo había telefoneado al principio, sin saber que se iba a suscitar la cuestión, y Eva dijo que no sabría si tendría hueco para llamarme. No me llamó y, por tanto, no opiné. Es una disyuntiva chunga el definirse por “creo en el destino o no”. Distintas personas expresaron su opinión en contra o a favor cuando, con toda seguridad, quienes dicen creer en él toman infinidad de decisiones día tras día pese a que para qué ― y aun en contra de su propio criterio ― cargar con la molestia de elegir… ¿O no? Para qué corren el riesgo de equivocarse pudiendo delegar en el destino y allá él. Y las otras. Las que dicen no creer en él… Las que dicen no creer en él, las que dicen ser de la opinión de que las vidas siguen los rumbos trazados por las propias decisiones y elecciones, ¿cuántas veces no han visto frustradas sus expectativas o sueños o ambiciones aduciendo que ello se ha debido a imponderables? ¿Qué habría opinado yo de haber tenido la ocasión? Es complicado porque no sé qué estamos dibujando cada cual en nuestra mente cuando pensamos "destino"; no sé si estamos pensando en la inexorabilidad ineludible de tantos acaeceres cotidianos que dan forma a lo que está siendo el cada día que enlazado con cada uno de los "cada" del siguiente día adquiere la apariencia de lo que llamamos vida ― vida feliz, o desdichada o anodina ― o si, por el contrario, estamos pensando en algo así como "el cómputo general", "la solución final" que utilizando, manejando, moviendo y ensamblando la infinidad de pequeñas piezas de que se sirve para realizarse, ese destino implacable ― porque, entiendo, o es implacable o no es destino ― y ajeno a los eventos concretos e individualizados se ejecuta a sí mismo en valores absolutos despreciando, como si fuesen insignificantes decimales en el resultado de una operación que arroja cifras enormes, esas minucias en las que los humanos, desde nuestra pequeña dimensión y estrecha perspectiva, centramos todo su inabarcable "ser" o "no ser" aquel que nos espera o nos esquiva. ¿Y decidir? ¿Qué estamos haciendo cuando imaginamos decidir? ¿Decidimos lo que queremos o deseamos aun por encima de nuestra esencial, verdadera conveniencia o interés; o decidimos guiados sin saberlo por la mano de una ineludibilidad que simulando no forzarnos nos obliga a cumplir ese destino? Cuando nuestras decisiones modifican el entorno, el ahora o el luego de otros que se ven enfrentados a una modificación acerca de la que no se han pronunciado, ¿qué pasa; que estamos manipulando su destino? ¿Es de verdad posible que la libre voluntad de unos pueda forzar el destino de otros? ¿Qué destino es ese, tan susceptible de ser manipulado? Publicado por anibal en 11/29/2008 11:52:00 PM Etiquetas: De las responsabilidades siempre ajenas. Etiqueta: Papeles Categoría: Telas
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Code: | 2306154592858 |
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Date: | Jun 15 2023 11:47 UTC |
Author: | don Arnaldo |
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About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo. No tengo formación académica.