El fabricante de ropa deportiva alemán se ha disculpado públicamente tras las acusaciones de «apropiación cultural» por su modelo de sandalias ‘Oaxaca Slip-On’, ideadas por el diseñador Willy Chavarría e inspiradas en los huaraches elaborados por los indígenas de la localidad oaxaqueña de Villa Hidalgo Yalalag.
Las autoridades locales mexicanas habían criticado que el diseño no tenía permiso ni reconocimiento para sus creadores originarios, e incluso la presidenta del país, Claudia Sheinbaum, ha denunciado la «apropiación cultural inapropiada» de Adidas, y ha pedido una indemnización para las comunidades creativas de Oaxaca.
‘Oaxaca Slip-On’, el modelo de la polémica
El modelo de la polémica, una colaboración entre Adidas Originals y el famoso diseñador, es una sandalia con superficie de cuero tejido, talón abierto y una suela gruesa de goma, muy similar a los tradicionales huaraches oaxaqueños que elaboran artesanos zapotecas en la localidad de Villa Hidalgo Yalalag.
Críticas de la presidenta y otras autoridades mexicanas
Las sandalias salieron a la venta hace unas semanas, y varias autoridades mexicanas acusaron a Adidas de «apropiación indebida» y de «plagio» cultural. El gobernador de Oaxaca, Salomón Jara, señaló que «el patrimonio cultural material e inmaterial de nuestros pueblos tiene que ser reconocido y respetado». La denuncia llegó incluso a la primera instancia gubernativa, donde la presidenta, Claudia Sheinbaum, denunció en una rueda de prensa que la firma estaba «usurpando la creatividad» de las comunidades indígenas, recoge New York Times.
Además, tanto Sheinbaum como el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (Inpi) abogaron por imponer un «resarcimiento» que beneficie a los pueblos originarios.
Adidas y el diseñador de las sandalias se disculpan
Tras las acusaciones, Adidas emitió una nota de disculpa en la que reconoce la inspiración de las ‘Oaxaca Slip-On’ en un diseño tradicional de Villa Hidalgo Yalalag, «reconoce y valora la riqueza cultural» de las comunidades indígenas mexicanas y «el significado de su herencia artesanal».
Por su parte, el diseñador de las sandalias, el estadounidense con raíces mexicanas Willy Chavarría, también pidió disculpas «al pueblo de Oaxaca» y explicó que su intención «siempre fue honrar el poderoso espíritu cultural y artístico de sus comunidades creativas». Chavarría expresó su arrepentimiento porque el modelo «no se haya desarrollado en colaboración directa y significativa con la comunidad oaxaqueña», añade CNN.
Diálogo entre la marca y las comunidades de Oaxaca
Pero no han quedado ahí las disculpas por parte de la firma alemana. Hace unos días Adidas se reunía con miembros de la comunidad oaxaqueña para reconocer que «esta situación pudo haber causado malestar» y, en palabras de su directora Legal, Karen González, sellar un compromiso: «Evitaremos actuar sin su guía y colaboración en el futuro», destaca El País.
Por su parte, la Secretaría de Desarrollo Económico de Oaxaca explicaba en un comunicado que la disculpa de Adidas con los pueblos indígenas «marca un precedente», ya que «es la primera vez que una empresa multinacional reconoce directamente, desde el territorio, la importancia del consentimiento y la dignidad cultural de una comunidad originaria».
Zara, Carolina Herrera o Louis Vuitton, otras señaladas
En los últimos años las autoridades del país han denunciado públicamente a varias multinacionales de moda por usurpar sus diseños tradicionales.
En 2019, Louis Vuitton y Carolina Herrera ya fueron acusadas de calcar patrones y técnicas de bordado de comunidades indígenas para su colección. Poco más tarde las señaladas fueron marcas como Zara y Ralph Lauren. La primera, denunciada por usar diseños de la comunidad mixteca, incluso sufrió un boicot impulsado por el Inpi, mientras que Ralph Lauren tuvo que disculparse y retirar sus diseños plagiados de las comunidades de Contla y Saltillo, explica El Economista.
Una ley para proteger la PI colectiva
En 2022, México aprobó una ley para proteger la propiedad intelectual y cultural de los pueblos indígenas, que incluye multas e incluso penas de cárcel para los usos no autorizados, recoge DW.
Sin embargo, en estos casos la vía legal para defender el derecho de propiedad intelectual colectiva «suele caer en saco roto», asegura El País, dada la «delgada línea entre la inspiración y la apropiación cultural», usada por las marcas como vía de escape.
Fuentes: New York Times, CNN Español, El País, El Economista (México), DW.

