About the work
https://valentina-lujan.es/C/correcorre.pdf
Corre corre que te pillo detrás del tiempo que vuela, de los años que se escapan, de la juventud que apenas comenzada a degustarse ya amenaza hacerse añeja y más en el nuestro ahora en que todo ha de vivirse pronto muy pronto y las horas, que ya ni llegan ni alcanzan y les falta aliento y mueren ahogadas o a quemarropa, demandan ser empleadas a fondo en la muy gozosa empresa que no conoce bancarrota ni intereses ni del alma ni de mora de entregarse a los placeres del cuerpo y de sus derrotas.
Corre corre que te pillo advierte una hora a la otra y se persiguen risueñas, felices y tan jocosas, sin detenerse juiciosas a ver si se han desplomado sobre sus frágiles logros de minutos devorados por segundos incipientes los fracasos de vivientes que apenas si las engordan con algo más que la estúpida carrera que los estorba — en pos de afanes y lucros y placeres y otras cosas (que no deben mencionarse porque son juegos de alcoba) — de atender a menesteres que les brinden mayor gloria.
Corre corre que te pillo no te detengas forzosa la necesidad que acucia a no atender a razones que en cuestión la razón ponga de dónde van ni a qué vienen tantas premuras angostas desvelando de sus sueños inocentes a las mozas que apenas adolescentes ya conocen que es la moda dar rienda suelta al instinto, al qué quiero y qué me toca gozar de este mundo vacuo y del sexo y de la droga y de qué que se reparta cuando después de que joda me dispensen el remedio que se ingiere en una toma.
Corre corre que te pillo, vuela en alas de la loca ilusión por no ser vieja habiendo sido antes sombra — aunque pálida y sin brillo y sin asomos de antigua, trasnochada creencia ñoña que las niñas ya perdieran y no que ya por la honra (que reside en otras partes y no por donde se folga) o por temor a qué digan papá mamá ni las monjas — no de pudor ni recato sino de la mera impronta que dejara en tu mirada el haber sido la nota que grabaran en tu frente no los ardores ni apremios de quien a yuntas se amolda sino el deseo tan profundo tan raro y que poco mola de engendrar hijos que un día hayan de ser aun en sombra flama para qué ya fuese y para qué será antorcha.
28 de septiembre de 2011
Entelequios
Poesía
About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.