About the work
https://valentina-lujan.es/Q/queresulnovers.pdf – Que resultó no resultar porque resultó — le explico, porque quiero que entienda que si las cosas no han prosperado por esa vía no ha sido por causa de algo de lo que yo sea responsable — que, ella misma me lo confesó, había sido muchas cosas en esta vida tan destartaladísima que llevo, y que, alg… – Algún día, cuando tuviesen más confianza — sigue Lola, como si recitara, como si estuviese repitiendo de memoria algo requetesabido ― si la relación entre ustedes no se iba a pique como se habían ido a la… ¡Pero por favor! − ¿Qué pasa que tanto la escandaliza? ― Le pregunto confuso. Desde lo alto de la escalera metálica deja caer sobre el sofá la barra en la que ensartaba las anillas de las cortinas que había lavado el día anterior, baja los peldaños despacio, como si estuviese muy cansada o aburrida, ella, que es pura energía y vivacidad casi estresante, camina hacia mí y, apoyando las palmas de las manos en la mesa, me mira con profunda decepción. − ¿Qué pasa que tanto me escandaliza? ― Y sin esperar mi respuesta se contesta ella sola ― Pasa que me parece muy triste que un hombre inteligente como usted no sea capaz de crear su propia historia y se resigne a repetir, como un papagayo, palabra por palabra las de su amigo que, sí, yo no lo conozco, pero cuando tanto respeto siente usted por él debe ser sin duda persona de mucho mérito, pero… − No estoy repitiendo nada, Lola; ni tan sólo sé cuál va a ser la próxima palabra que escriba… − ¿No sabe que va a ser mierda? − Creo, Lola, que está usted hoy muy nerviosa, o irritable. Y, su vocabulario… Usted no suele utilizar ese tipo de expresiones. − Ya, pero será mierda y yo no podré evitarlo si usted no se replantea su propia actitud frente a su propia creación; si usted no considera la posibilidad de mirar a esa joven con sus propios ojos de modo que pueda verla de un humor no tal vez fantástico, que quizás motivos para un humor fantástico ni los haya siempre ni, por cuestiones de carácter o de circunstancias vitales, estén al alcance de todo el mundo; pero… ¿por qué complicar las cosas haciéndola protestar de una lluvia tan nada probable en una tarde perfectamente soleada, induciendo, con ello, al lector a suponer quién sabe qué faceta oscura de su vida y a poner en tela de juicio su honestidad? Y que, dice también Lola, si Sonia no está de mal humor ― aunque el pelo mojado se puede conservar y justificarse con que el cuarto de baño de los Ramírez estaba en obras y Sonia había ido a ducharse en casa de la vecina (con la que puede unirla un algo de amistad o , si no, ese mínimo de confianza que se da en las relaciones de buena vecindad) y aclararse, ya de paso, que si entró por la puerta sin saludar es porque había salido por esa misma puerta, con su esponja y su champú y su toalla al brazo, apenas unos minutos antes ― no lo pondrá en la calle, o, bueno, el descansillo de ese cuarto piso sin ascensor, ni le dará con la puerta en las narices ni usted se quedará allí, con la garganta seca y cara de tonto frente a su amigo y que ― concluye Lola dándose media vuelta y regresando a la escalera metálica barra de cortina en ristre. Y, ya en lo alto, ensartando de nuevo las anillas de las cortinas, que si su amigo lo mira con cara de no comprender déjelo, a él, a su propio aire porque ― en opinión de Lola y habida cuenta, según ella, de que los humanos encontramos enormes dificultades para enfrentarnos a lo incomprensible él solito ―, ya lo verá usted dice, encontrará una explicación que, si es tan buen escritor como usted dice, por más disparatada que sea resultará perfectamente admisible incluso al lector más exigente. Fin Etiqueta: Papeles Categoría: Telas
About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.