About the work
https://valentina-lujan.es/N/nomedigas.pdf No me digas que no sabes cuánto yo te quise un día decir si tú no me quieres no ha de faltar quien me aguante. No me digas que no sabes cuánto yo te estoy queriendo decir desde hace ya mucho qué pienso de ti y tus actos. No me digas de verdad que pensaste que algún día te iba a pedir por favor un rinconcito en tu vida. No me digas sin mentir que tienes lo que prefieres ni que saliste ganando viviendo con quien no quieres. No me digas por decir cosas que sabes muy bien que nunca se las creerá quien no haya nacido ayer. No me digas por huir de la cruda realidad que eres del todo feliz junto a quien igual te da. No me digas por zanjar esta discusión falaz A ti qué te importa si me va bien o me va mal. No me digas que te crees que la vida fue cruel contigo y con la verdad de lo que esperaste hallar cuando tan sólo por miedo optaste por el errar. No me digas que no sientes en el fondo de tu alma la voz que grita a tu oído que te vendiste por nada. No me digas que encontraste lo que alguna vez buscases en quien te mata de tedio aunque no puedas quejarte. No me digas que está bien la vida que llevas hoy cuando no puedes negar que elegiste fracasar. No me digas de verdad que no tienes miedo de enfrentarte a la verdad si nos volvemos a ver. No me digas que no sabes cuánto yo te quise un día decir pues mira allá tú, esa decisión no es mía. * Etiqueta: Coplillas Categoría: Poesía
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Code: | 1012288154824 |
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Date: | Dec 28 2010 21:07 UTC |
Author: | Valentina Luján |
License: | All rights reserved |
About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.