About the work
https://valentina-lujan.es/alicia/algoquesin.pdf Versaciones de un chupaplumas Algo que sin que resultara imprescindible [1] que así al pronto tuviese que estar muy definido — porque, en primer lugar, él nunca me había comentado nada de que perteneciera al gobierno ni a ningún estrato rimbombante de la sociedad y, en segundo lugar, porque a ver si iba yo a, en mi entusiasmo, estar sobrevalorándolo y que luego se quedase en nada — mostrara, en una primera impresión que es siempre muy importante y una pista bastante fiable de cómo van a ir las cosas en lo sucesivo, un perfil que pudiera gustarle y, alagado, se sintiese inclinado a prodigarme una confianza que, esa sí, iba a resultarme imprescindible hasta que me soltara lo bastante para empezar a acariciar el sueño dorado de independizarme y de, una vez libre e independiente, crear mi propia obra, y escribirla a mi manera, con personajes ideados por mí mismo o, si no era capaz de crearlos de la nada, fijarme, como él hacía, en personas de carne y hueso que me sirvieran de soporte físico con el que ofrecérselo a mis lectores que — tan pronto vieran su aspecto y sus trazas, y su manera de moverse, y de hablar, y de gesticular o sonreír o maldecir o insultar o elogiar o desayunar en la barra del bar un café con churros o croissant — podrían, por sí mismos y sin necesidad de que yo les diera explicaciones tediosas y, posiblemente, enteramente subjetivas que no harían más que confundirlos e inducirlos a errores que desvirtuarían, a sus ojos, la intención inicial del argumento y de la trama de la historia… Podrían, digo, reconocerlos por ellos mismos y con su propia capacidad de análisis. Pero para lograr eso, ya digo, era imprescindible que yo alcanzase a ser el escritor verdadero, y no sólo una especie de alter ego de otro. Etiqueta: Versacionesdeunchup Categoría: Telas de araña
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About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.