About the work
https://valentina-lujan.es/alicia/algoquesin.pdf Versaciones de un chupaplumas Algo que sin que resultara imprescindible [1] que así al pronto tuviese que estar muy definido — porque, en primer lugar, él nunca me había comentado nada de que perteneciera al gobierno ni a ningún estrato rimbombante de la sociedad y, en segundo lugar, porque a ver si iba yo a, en mi entusiasmo, estar sobrevalorándolo y que luego se quedase en nada — mostrara, en una primera impresión que es siempre muy importante y una pista bastante fiable de cómo van a ir las cosas en lo sucesivo, un perfil que pudiera gustarle y, alagado, se sintiese inclinado a prodigarme una confianza que, esa sí, iba a resultarme imprescindible hasta que me soltara lo bastante para empezar a acariciar el sueño dorado de independizarme y de, una vez libre e independiente, crear mi propia obra, y escribirla a mi manera, con personajes ideados por mí mismo o, si no era capaz de crearlos de la nada, fijarme, como él hacía, en personas de carne y hueso que me sirvieran de soporte físico con el que ofrecérselo a mis lectores que — tan pronto vieran su aspecto y sus trazas, y su manera de moverse, y de hablar, y de gesticular o sonreír o maldecir o insultar o elogiar o desayunar en la barra del bar un café con churros o croissant — podrían, por sí mismos y sin necesidad de que yo les diera explicaciones tediosas y, posiblemente, enteramente subjetivas que no harían más que confundirlos e inducirlos a errores que desvirtuarían, a sus ojos, la intención inicial del argumento y de la trama de la historia… Podrían, digo, reconocerlos por ellos mismos y con su propia capacidad de análisis. Pero para lograr eso, ya digo, era imprescindible que yo alcanzase a ser el escritor verdadero, y no sólo una especie de alter ego de otro. Etiqueta: Versacionesdeunchup Categoría: Telas de araña
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Code: | 2305234392029 |
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Date: | May 23 2023 15:55 UTC |
Author: | Felipe Ledesma |
License: | All rights reserved |
About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo. No tengo formación académica.