About the work
http://valentina-lujan.es/alicia/lacocineranueva.pdf
que, y también por cierto ya que la menciono, me había contado Lola que se sintió decepcionada ante mi escaso entusiasmo por los zancarrones de faisana, que eran por lo visto su plato estrella, y que, al sacarlo, el llavero, me ha contado también, alborozado (aun dentro del disgusto de verme en evidencia por culpa de los pitidos y a Sonia mirándome avergonzada también y un poco ruborizada), al sentirlo al tacto junto al metal, un papelito que había de ser, con casi total seguridad, el motivo por el que alguna vez escribiera (en un pie de página, creo recordar también ) aquello de “revisar bolsillo derecho de la americana de tweed antes de continuar” aunque, y eso me desconcertó un poco, lo que yo llevaba puesto aquel día no era ni una americana ni de tweed, y este bolsillo era el izquierdo de una cazadora de piel vuelta color caramelo y forrada de borreguito sintético y que, de eso sí me acuerdo, le faltaba un botón porque, jugando, seguramente lo había arrancado el gato de su prima que ella misma había dicho que intentaría proporcionarme y que, eso no me lo podía concretar todavía, sería siamés o turco de Angora.
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About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.