About the work
https://valentina-lujan.es/trans/marcelayasabemos.pdf
y quien lo ignore, o lo ponga en duda, o piense que afirmar algo así es una exageración de alguien resentido por haber tenido que repetir curso o de primer plato si fuesen acelgas, que se lo pregunte a Hersilia cuando sin mala intención ninguna — y como a ella le parecía que con las amigas había que ser leales y ella lo era tanto de su mujer (la tapicera) que se lo pidió por favor porque él tenía que terminar una chaise longue muy urgente — se hizo cargo de, para que no perdiera la vez después de tanto tiempo que llevaba el número, presentar el borrador (que él ampliaría más tarde) del tapicero de las Sousa, se llevó sin comerlo ni beberlo la pobre una bronca tremenda (y el castigo ver más abajo y con sus comas)porque ella, Marcela, que lo sabía porque se lo había contado doña Paula, que hasta el retiro interrumpió por venir (ir) a ponerlo en su conocimiento, se tomó muy por la tremenda no lo del padre de las de Churruca (que eso lo entendía porque se sabe que es ley de vida) y ni siquiera lo de los pendientes de pedrería y los guantes largos de seda roja pero sí lo de las uñas (y de los pies además) pintadas de azul y, que lo sé yo o es que te has pensado que soy tonta, lo del cascabel y por no hablar del culo, tan respingón en la falda tan corta, que fue lo peor de todo porque… (como la señorita Marcela era un poco hipocondríaca temió ponerse demasiado furiosa, por si una subida de tensión o algo, y se dio por satisfecha con lo de las doscientas veces “aunque, te lo advierto, ni una menos”); y suspiró hondo para, más suave, “¿pero es que no te das cuenta, pedazo de insensata, de que no va propia?”.
Pero es que Hersilia era buena, sí, pero, su amiga Flérida solía decirlo, “todas las de cintura de avispa y busto de Phenhouse son un poquito memas”.
Y que a quién con dos dedos de frente se le podía pasar por la cabeza una Loli así.
Castigo (que viene de arriba):
nunca más volveré a cometer un error tan ridículo a la par que de todo punto imperdonable y (coma) si lo cometiera (coma) que Dios me castigue haciendo que se me aparezca por las noches a los pies de mi cama para que me entere de cómo es de verdad y no vuelva a olvidárseme nunca jamás que haber se escribe con hache.
....
Y don Sisenio decía que pues claro y que como todos los castigos y todas las órdenes superiores; y que, si había por ello que ir al paro o al infierno, pues se iba, y sin rechistar porque “son los designios del Altísimo”, decía. Y que, las reclamaciones, por el conducto reglamentario y al señor obispo.
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About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.