About the work
https://valentina-lujan.es/U/unatacitadeaz.pdf
Y dale con que qué estoy pensando, que siempre me pregunta Facebook.
¿En qué puedo estar pensando?
Pues estoy pensando, como todo el mundo a estas horas y aunque es obvio que huelga decirlo, en la ecuación de Bernoulli.
O, bueno, todo el mundo quizás no, pero mi vecina...
Que lo sé porque me había puesto a hacer un bizcocho y, anda, el azúcar...
Así que fui a pedirle si me prestaba una tacita, y ella dijo "no", no y que no fuera burra, "Susana".
Pero como no me llamo Susana entendí que no era a mí, y en vez de mosquearme esperé a que terminase su conversación por el móvil.
Entonces fue cuando lo dijo, sacudiendo la cabeza y con los ojos en blanco, que estaba más que harta "Susana, de explicarte todos los días a la misma hora que la que tú dices es la de Nernst y que no se parecen en nada".
Y colgó.
Colgó y, retomando su tarea de poner el suavizante a la lavadora, se volvió hacia mí y me dijo "mi cuñada, que no se lo consigo meter en la cabeza".
Y que le dijera yo, por favor y desde la más absoluta imparcialidad, si me parecía que se parecían en algo.
- ¿Tu cuñada y tú? - le contesté.
- ¡No, mujer! - escandalizadísima - Te digo la de Bernoulli y la de Nernst.
- Ah, pues...
Y debe de ser porque me vio cara de pez que se compadeció, y aunque volvió a sacudir la cabeza y poner los ojos en blanco me lo explicó; sí, que eran ecuaciones.
Y cuando ya salía me dijo que la perdonase si no había estado muy amable, que su mal humor no iba conmigo, pero que su cuñada, tan burra, la sacaba de sus casillas.
11 de marzo de 2018
About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.