About the work
https://valentina-lujan.es/L/ladieresis.pdf
La gente del lugar aseguró que el sonido se había ido haciendo más intenso a medida que la mañana avanzaba y los descarriados correteaban en todas las direcciones susceptibles de ser interpretadas en medio de la barahúnda de órdenes contradictorias suplicando rodilla en tierra y los ojos anegados en lágrimas ser cada cual y en lugar de ninguna de las demás impostoras la atendida en su ruego de que por favor y lo que más quisieran los más fervientes amantes o rendidos admiradores al menos de la verbosidad se retirasen los acaudalados con posibles lesiones de mayor cuantía a sus aposentos y a sus oscuros chiribitiles los menesterosos desposeídos de miserias de postín o infortunios de más o menos pacotilla si bien se dejaba a libre elección de los enamorados tibios e incondicionales con acreditación en regla pero enardecimiento ostensiblemente rayano en el escepticismo el permanecer en campo abierto o al amparo de las marquesinas de las paradas de autobús a la espera que tras un corto periodo de nuestra historia más reciente en que había adquirido el rango fugaz de juramento había terminado por claudicar accediendo a tan sólo prometerse larga pero bastante en justa compensación entretenida de que comenzase ya un reparto que colmaría las aspiraciones de los más desprendidos ya un espectáculo que llenaría a rebosar los anhelos de los apenas adornados con cualesquiera de los cinco sentidos que venían siendo comunes y portadores de muy serios encorbatados y circunspectos augurios de mantenerse imbatibles en lo más alto del podio mientras no aconteciese la nueva hecatombe exigente con autoridad que en nada iba a la zaga del soberbio poderío con que nos asolaran los más venerables cataclismos de antaño de la tradicional alborozada inmolación solemne de los varios centenares de aspirantes que tras un muy reñido concurso oposición habían logrado la ansiada categoría de víctimas en tanto los extranjeros se desgañitaban dando fe de que nada de eso sino que y muy por el contrario todo había sucedido durante la noche en un silencio casi sepulcral y absoluta quietud y sin más lágrimas que las de algún incorregible precepto nostálgico añorando las sobrias disposiciones despóticas con que él y sus homónimos se habían hecho cumplir de toda la vida.
Pero la hecatombe no llegaba.
27/07/2009
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About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.