About the work
https://valentina-lujan.es/D/decuandoya.pdf
Del al
De cuando ya no te acuerdes serán los tiempos perdidos encontrados por sorpresa o por su prima la cita concertada en un segundo por un tercero que habita en el cuarto mandamiento de la temporada quinta del sexto milenio siempre que no te pases de largo y aparezcas en el séptimo cielo el que dicen es el más alto de todos donde la novena puerta se abrirá si el diez consigues.
¿Y dónde se queda el ocho?
¿El ocho?
El ocho no entra en la cuenta por soberbio y vanidoso.
¿Y el uno?
Por ser el que iba en cabeza habrá llegado a la cima.
¿Y el cero?
Todo lo que sé decirte es que de ese no sé Nada aparte de que se cuenta que lo inventaron los mayas.
26 de enero de 2017
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About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.