About the work
https://valentina-lujan.es/Y/ymefuiafregar.pdf
Y me fui a fregar los platos que los fregué muy deprisa que ni me entretuve en ponerme los guantes ni rasqué con el Scotch-Brite el culo de la sartén de tanto miedo como me daba de que, con esta cabeza que tengo porque tengo una cabeza que es una lástima no sé qué voy a tener que hacer con ella tan perdida como la tengo, se me olvidase que era un cuatro o de dónde venía yo que es lo que me pasa tantas veces cuando me pongo delante del aparador de la cocina y a qué he vendió yo aquí yo y que lo mismo era que estaba queriendo el azucarero o la sal y luego tiro para el cuarto de los chicos y, a voces desde el cuartillo de estar, que qué pasa con el bote del quetchup, y, anda, a eso iba yo. Como estoy tan fatal de la memoria.
conté, cuatro, 61, 62, 63, 62, así
Papeles
About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.