About the work
http://valentina-lujan.es/N/9-para-z52.pdf
Lo he visto en alguna parte, ilustrando algún archivo, pero como soy incapaz de recordar dónde y por alguna razón estúpida que tampoco recuerdo no llevo registro del distintivo recurro al razonamiento de que sólo pude llegar a él viniendo de:
3 (si al jugador le salió un seis)
4 (si le salió un cinco)
5 (si le salió un cuatro o porque el jugador cayese en la primera oca, que lo mandaba al 9)
6 (si le salió un tres. Pero no parece lógico porque en 6 no correspondería tirar el dado sino ir directamente al puente en 12)
7 (si le salió un dos)
8 (si le salió un uno)
De manera que, si hay suerte y registro de los correspondientes distintivos, podré encontrar el enlace, ¿no?
Pero… ¿por dónde empezar?
No sé si voy a tener más suerte empezando a buscar por los que llevan el 3 o, atendiendo al criterio de caminar en la dirección contraria a las agujas del reloj que he visto en los círculos, empezando por el 8. Así que obedeciendo a una especie de querencia me decido por esta opción y tengo:
donde, empezando por 8 para z33 atendiendo al mismo criterio, en el segundo intento encuentro que, en efecto, aquí (*) está el enlace que busco. Y para que no vuelva a pasarme lo mismo hago el archivo para el distintivo z52 y lo coloco aquí.
Etiqueta: Juego de la oca
Comments
About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.