¿Te suena haber visto en algún libro o una página web las leyendas «Todos los derechos reservados» o «Algunos derechos reservados»? Hacen referencia, respectivamente, al copyright y al copyleft, dos tipos de protección relacionados con la propiedad intelectual que generan cierta confusión entre el público. Por eso, hoy vamos a aclarar las diferencias que existen entre ambos conceptos cuando se aplican a creaciones intelectuales.
Empecemos por explicar qué significa cada uno de estos términos.
El copyright o derecho de autor es un tipo de propiedad intelectual que permite a los creadores de una obra artística, científica o literaria reclamar su autoría y tomar decisiones sobre la misma, como elegir las condiciones bajo las que se puede utilizar, difundir y modificar. También implica que el autor puede participar de los beneficios que genere su creación.
Por su parte, el copyleft es una licencia que concede un autor para permitir la libre transformación de su obra bajo unas condiciones específicas. Casi siempre, lo hace con el fin de que su obra siga creciendo con aportaciones de valor por parte de terceros. Aunque surgió en el ámbito de la programación informática, hoy se aplica también en la ciencia, la cultura, las obras de arte y cualquier otro trabajo creativo.
En todo caso, el principal objetivo del copyright y del copyleft es el mismo: preservar el derecho de autor. Esto significa que no se trata de conceptos contrarios ni incompatibles. De hecho, el copyleft es una modalidad del copyright que cambia las condiciones de uso de una obra en función de los permisos que el autor quiere conceder.
También comparten los mecanismos de protección y defensa que proporciona la Ley de Propiedad Intelectual, así como el tiempo que dura esta protección: toda la vida del autor más setenta años tras su fallecimiento. Después, en España, las creaciones pasan a dominio público.
Una vez explicados los dos conceptos, vamos con sus diferencias.
El copyright protege una obra y se enfoca en los derechos individuales de su titular, mientras que el copyleft protege la apertura de un proceso creativo, se orienta al bien común y fomenta la colaboración.
Además en el copyright no existe una cadena creativa y se aplica sobre todo en obras artísticas frente al copyleft que deja abierta la cadena creativa y se utiliza más en el ámbito de la ciencia y la tecnología.

