- LivingWriter combina en un mismo software las prestaciones de un buen procesador de textos en nube de nueva generación con las de un competitivo asistente de escritura optimizado para novelas.
- Una de sus características más llamativas es que incluye plantillas de construcción de historias bien estructuradas y muy completas, una buena brújula para orientarse en el laberinto de la escritura creativa.
¿Es que acaso las novelas del futuro se siguen escribiendo con bolígrafo y papel? Por romántica que resulte la imagen de un joven escritor que esboza sus obras maestras acumulando notas en cuadernos y servilletas mientras se atiborra de vino tinto en tabernas periféricas, lo cierto es que ya (casi) nadie escribe así. La creación literaria ha renovado su caja de herramientas, y hoy, además de ordenadores portátiles y procesadores de texto, se utilizan cada vez más plataformas de asistencia a la escritura como LivingWriter.
Desarrollado por una compañía de software con sede social en Albany, en el estado de Nueva York, LivingWriter es una equilibrada combinación de las características de Google Docs y las de Scrivener. Como el primero, es un práctico procesador y administrador de textos basado en la nube. Y, como el segundo, está especialmente diseñado para tareas creativas como la escritura de novelas.
Un asistente que pone tus textos a buen recaudo
De interfaz pulcra, sencilla e intuitiva, el software guarda en la nube los textos que se introducen y permite acceder a los documentos desde cualquier dispositivo y haciendo uso de cualquier navegador. Eso ya supone una ventaja, porque pone a salvo una futura novela de catástrofes cotidianas como la destrucción de un disco duro o la caída accidental de una cascada de café con leche sobre el teclado del portátil. Además, hemos probado LivingWriter (tanto en su versión en línea como en su app para Android) con Safari, Chrome y Firefox y en los tres casos se carga de manera rápida y funciona con fluidez, sin que alguna de las opciones avanzadas que incorpora, como la corrección gramatical, las herramientas de diseño de documentos o los asistentes con IA, lo ralenticen de manera significativa. Es decir, que cumple de sobra como procesador de texto.
Pero LivingWriter es bastante más que eso. Una de sus características más llamativas son sus plantillas narrativas (Story Templates), que pretenden servir de brújula para los que se adentran en el laberinto de escribir textos de ficción o no ficción largos y complejos. La actual versión del programa, actualizada ya en varias ocasiones, ofrece hasta 16 esquemas distintos, del bautizado como Historia Circular, al Viaje del Héroe, pasando por el Método de los 27 Capítulos, la estructura en Tres Actos, Salvar al Gato, Ensayo, Biografía, Tesis Doctoral o Autoayuda.
El viaje del héroe en 12 cómodas etapas
Cada una de estas plantillas incluye una descripción clara de en qué consiste e instrucciones muy precisas sobre cómo aplicarla. Nosotros hemos explorado en profundidad la opción Viaje del Héroe, descrita como el esquema narrativo que identificó Joseph Campbell en su ensayo de mitología comparada El héroe de las mil caras. LivingWriter nos recomienda, para construir una historia de estas características, que la dividamos en tres partes básicas (Partida, Iniciación y Retorno) y en un total de 12 estadios narrativos, a cada uno de los cuales asignaremos uno o más capítulos. Si decidimos convertir nuestra novela en un Viaje del Héroe tal y como lo conciben Campbell y LivingWriter, se cargará una plantilla con sugerencias concretas sobre el contenido de cada capítulo.
Así, en el capítulo inicial deberemos presentar al héroe y su mundo ordinario, el lugar en que habita en paz antes de que se produzca la partida. En el segundo debe producirse una incitación a la aventura que será rechazada en el tercero y aceptada en el cuarto, en cuanto el héroe encuentre a su Mentor, la figura de autoridad que le servirá de estímulo y guía, como Obi-Wan Kenobi hacía con Luke Skywalker en La guerra de las galaxias. Y así sucesivamente, hasta completar la narración. Por supuesto, el programa permite construir historias desde cero, pero el curso de narratología básica (y práctica) que ofrecen las Story Templates es una de sus prestaciones más originales de LivingWriter y tal vez su principal aliciente.
Más aún, la plataforma permite desplegar e integrar en los documentos herramientas como un ciertamente útil bloc de notas (Corkboard). En él puedes introducir los elementos básicos de la historia, del nombre y descripción de los personajes a los entornos físicos en que se desarrolla y los objetos que van apareciendo, para tenerlos a mano y no perderlos de vista durante el proceso de escritura. Como complemento, el software incluye opciones de IA que no escribirán la historia por ti, pero sí pueden proporcionarte pautas y consejos prácticos.
En resumen, LivingWriter merece un suficiente muy holgado como procesador de textos de nueva generación en nube y puede que un notable como asistente de escritura, aunque los escritores más curtidos prescindirán muy probablemente de sus guías de actuación por considerarlas demasiado estereotipadas y esquemáticas. Un inconveniente podría ser su precio, 9 dólares mensuales y 96 anuales, y la ausencia de opciones gratuitas no Premium más allá de un periodo de prueba de 14 días al que se accede con facilidad, sin más requisitos que aportar una dirección de correo válida y elegir un nombre de usuario y una contraseña.

