Warner Bros. Discovery se ha sumado a la batalla legal que mantienen los grandes estudios de Hollywood contra Midjourney, compañía de generación de imágenes mediante inteligencia artificial (IA). La acusa de infracción de derechos de autor al utilizar sin autorización obras del estudio para entrenar su sistema y ofrecer imágenes descargables de alta calidad de sus personajes emblemáticos a los más de 21 millones de usuarios que tiene su servicio.
Infracción masiva y deliberada
En la demanda se expone que Midjourney ha construido su negocio a partir de la infracción «masiva y deliberada» de copyright. El estudio se basa en que la startup de IA permite a los suscriptores «elegir personajes protegidos», como Batman, Superman, Wonder Woman, Bugs Bunny o Scooby-Doo, entre otros, que después «reproduce, exhibe públicamente, interpreta y pone a disposición para su descarga (distribuye)» en formato de imagen fija y vídeo, sin haber obtenido licencia ni autorización, informa Hipertextual.
Eliminación de barreras de copyright
Además, Warner denuncia que Midjourney dispone de barreras técnicas para impedir que el resultado visual que arroja su IA, a partir de las descripciones de texto que introduce el usuario, incluya contenido ilegal. Sin embargo, ha optado por eliminar esta protección fundamental para los titulares de derechos e, incluso, la ha presentado como una «mejora». En el documento se denuncia que «Midjourney se cree por encima de la ley. Distribuye descaradamente la propiedad intelectual de Warner como si fuera suya», indica Variety.
Pérdida millonaria de ingresos
Por otro lado, el estudio alega que las imágenes casi idénticas a sus personajes originales que genera la IA (de las que presentas numerosas pruebas) son un «claro reclamo para los suscriptores», que pagan cuotas anuales de entre 10 y 120 dólares mensuales, según el plan contratado. Esta circunstancia produce pérdidas millonarias para Warner al desviar consumidores de la compra de productos licenciados, como carteles, arte mural y grabados.
Proteger contenido, socios e inversores
Con estos argumentos, el estudio solicita una compensación económica por los beneficios obtenidos por la empresa de IA con sus trabajos, o bien, el pago de 150.000 dólares por cada obra infringida, lo que supondría una considerable indemnización por daños. Del mismo modo, pide una orden judicial que suspenda de forma inmediata la infracción de sus derechos de autor por parte de Midjourney.
En unas declaraciones recogidas por The Hollywood Reporter (THR), un portavoz del estudio defiende que su labor es desarrollar historias y personajes apoyándonos en la creatividad de sus socios para entretener al público y, por eso, presentan la demanda considerando tres frentes: «Para proteger nuestro contenido, a nuestros socios creativos y a nuestros inversores».
Warner se une a Disney y Universal
La denuncia se ha presentado apenas dos meses y medio después de que Disney y Universal interpusieran una demanda conjunta por los mismos hechos. Se da la circunstancia de que Warner fue invitada unirse a principios de este año, pero en ese momento rechazó sumarse. Ahora, con el apoyo del mismo equipo de abogados, se suma a los otros dos gigantes del entretenimiento creando un frente común para exigir responsabilidades y nuevos controles sobre la IA generativa.
Aunque la tecnológica aún no se ha pronunciado sobre el nuevo caso, su posición ante la primera demanda conjunta mantiene la línea de otras compañías de IA acusadas de infracción de copyright. Se acoge a que sus prácticas están amparadas por el «uso justo», puesto que utilizan imágenes que están a disposición pública, al tiempo que defiende que su servicio no almacena obras protegidas y que las imágenes que genera son producto de combinaciones estadísticas.
Modelo de negocio insostenible
Estas demandas contra Midjourney podrían marcar la pauta en acciones futuras. Buscan que los tribunales se pronuncien sobre si es legal entrenar y generar contenido con obras protegidas sin disponer de licencias explícitas, lo que supondría crear un presidente legal histórico. Como apunta WWWhat’s New, «en el fondo está el modelo de negocio de muchas empresas de IA generativa que dependen de grandes cantidades de datos para funcionar». Y esto entra en colisión con la negativa de los estudios, editoriales y artistas a que se desarrolle la IA a costa de su esfuerzo creativo sin ninguna compensación.
Fuentes: Hipertextual, Variety, THR, WWWhat’s New.

