About the work
http://valentina-lujan.es/alicia/elmenornin.pdf
que organizó, por cierto, una buena escandalera antes de partir negándose a separarse aunque fuese nada más un ratito del abuelo, con el que tan encariñado estaba.
Se consideró entonces la posibilidad de que fuera el mayor quien nos acompañase ― en la señora Ramírez madre, tan atenta siempre a sus obligaciones y hora que estaba siendo ya casi de preparar la merienda a su esposo, no había ni que pensar ―, pero hubo que desistir porque el chico había perdido tanto tiempo con la traducción de las explicaciones del abuelo, primero, y luego traduciéndole a él todo cuanto había ido diciendo la vecina, que iba enormemente retrasado con sus deberes y no quedó más alternativa que la de que fuese él (el pequeño) con los padres para que, así , los grupos quedaran igualados y por doble partida, encima; porque además de quedar equilibrados tres y tres había, en ambos, dos adultos y un niño de manera que, cuando luego se echaran las cuentas de cuánto había retrocedido un grupo y cuanto había dejado las cosas como estaban el otro, el resultado fuese que las fuerzas habían estado niveladas.
――――――
Desde que tenemos cocinera no deja Lola de hacerme sugerencias. A veces sus versiones no son sustancialmente muy diferentes de las mías; pero les da tal vez otra perspectiva, ve las cosas con otro criterio, y a mí me falta en muchas ocasiones la objetividad necesaria para discernir si me sería más conveniente quedarme ― para cuando lo ponga todo en limpio ― con su forma de hacer o con la mía. A veces hago una especie de refrito, entre lo suyo y lo mío; pero hoy, no sé, estoy cansado.; así que me quedo con sus papeles y con los míos y ya decidiré qué hacer en otro momento.
Versaciones
Registered at Safe Creative
Code: | 2308095014239 |
---|---|
Date: | Aug 9 2023 20:00 UTC |
Author: | Sergio Escalante |
License: | All rights reserved |
About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo. No tengo formación académica.