About the work
http://valentina-lujan.es/U/unapistolacon.pdf
que, tras haberse identificado como el empleado de correos que debía entregar un telegrama muy urgente ― lo que ya debiera habernos hecho sospechar porque todo el mundo sabe aunque no se lo digan que todos los telegramas lo son ―, sacó de su bolso y depositó sobre la mesa al tiempo que, con voz entrecortada por la congoja, ponía en nuestro conocimiento que aun con harto pesar no le sería posible continuar con el plan trazado porque sus jefes, ajenos o indiferentes ― “bien por desconocimiento (dijo) o simplemente por ganas de fastidiar” ― al destino que su creador le tenía asignado, habían decidido concederle un ascenso y convertirla en cerebro de una organización dedicada a combatir la estupidez en el mundo.
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está por ver si “camilla” del cuarto de estar de los Ramírez o “de mármol con patas de hierro forjado” de la cafetería en la que mi amigo y yo solíamos citarnos para debatir acerca de cuál debiera ser el rumbo que tomase lo que él, muy generoso, se obstinaba en denominar “nuestro relato”.
Y digo bien “convertirla” porque según hablaba se quitó una máscara de látex que dejó al descubierto unas facciones que eran claramente de mujer y que a Gutiérrez, que para mi desgracia había regresado de sus vacaciones y devuéltome a una cotidianidad tediosa, le parecieron un absoluto desatino…
‒ Es posible ― repliqué con cierta sequedad ―, pero el mal ya está hecho y me temo que no vamos a poder volver atrás porque las expectativas de la concurrencia están puestas en qué pasará cuando, una vez desenmascarado el impostor a la vista de que el supuesto telegrama no es más que una lista de la compra escrita por cierto con bastantes tachones y muy mala letra, hayamos de enfrentarnos al hecho de que nos encontramos ante a una situación que ni Lola, ni aun mi madre…― y mire que mi madre no suele atascarse con tal de dejarme en ridículo, ni Lola decorando salones en los que colocar mesas de estilo Chippendale, o Luis XV, o barroco o rococó que combinen con la lámpara de cristal de Baccarat ― van a ser capaces de resolver de forma medianamente satisfactoria.
Comments
About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.