About the work
https://valentina-lujan.es/P/porquelainten.pdf
Porque la intención había sido en un primer momento esa, la de continuar ; La de continuar lo que con tanta ilusión había empezado — y que tú con tus propios ojos tienes sin duda que haber visto con su título y mi nombre y que fueron, por cierto, enormemente laboriosos porque yo mismo lo había hecho todo, con mis propias manos, que aunque reconozco que no quedó muy bien porque tuve que utilizar la foto (que también hice yo) de otro libro que se llamaba 49 respuestas a la aventura del pensamiento que luego escaneé y le hice yo los arreglos con el paint y mil apuros que si quieres que te diga la verdad me dejaron bastante contento porque mira el original aquí y no podrás negarme que de lo que es propiamente la foto apenas desmerecen pero el nombre y el título míos sí que se ven, que eso no te lo voy a negar, un poco raros — pero, cuando ya lo tenía terminado y listo para no tener que hacer más que irlo rellenando página por página, que eso ya era fácil, me enteré de que existía otro chupaplumas que se me había adelantado, el muy cretino, bajo la alegación de que lo hacía a instancias de mi amigo el escritor, que le había pedido que le hiciera de negro.
Así que lo puse en conocimiento de mi amigo y le dije “no continuaré”, y se lo juré.
Y ese es el motivo por el que escribí, en rojo para al verlo acordarme de que lo había jurado, ese “no continuará” y el ya mencionado juramento que puedes ver más abajo.
(No continuará: lo juro)
About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.