About the work
https://valentina-lujan.es/P/puesyocreo.pdf
Pues yo creo, Buzo, o al menos es lo que he experimentado, que cuando uno piensa que no es
el momento de algo (y me refiero al hecho de escribir, que es lo que siento como eje de mi
vida) suele dar un resultado sorprendente el arrancar con una frase, la que sea y –
preferentemente – la que desde la razón o la lógica más rechazarías.
Con “frase” puedo estar queriendo a lo mejor decir un par de palabras y, desde ahí, sin llevar
ninguna idea prefijada en mente, continuar sin pretender arrastrar en la memoria nada más
que la última palabra escrita, sin mirar el papel (“papel”, claro, “pantalla”)
Y no parar, no detenerse a reflexionar lo lógico o ilógico de qué estarás escribiendo sino, tan
sólo, a buscar la palabra que ya por su longitud, o por su sonoridad, o por su cadencia o por la
sensación que te sugiere es la que “tú” entiendes ha de ser casi forzosamente la siguiente
Al proceder así uno rompe su propio esquema, el molde de su pensamiento, y cuando al cabo
de unos minutos levantas la vista y miras qué has escrito puedes quedarte sorprendido al
contemplar algo hecho por ti, que tú has “parido” sin haber sospechado antes que estuviera
ahí.
Yo lo hago muchas veces. Cuando levanto la vista tengo, sí, que arreglar erratas y hacer alguna
pequeña modificación.
Y disculpa que te de estas explicaciones, como si no entendiera que cada cual tiene sus propios
trucos y sus propios mecanismos y sus propios recursos; tan sólo te los comunico porque son
los míos, los que conozco por mí misma, y creo que todo cuanto se puede compartir es una
forma de abrir ventanas para otros
En mi opinión – verás que me encanta “filosofar” – la literatura, a las alturas de civilización y
de progreso a las que estamos, no ha evolucionado en la medida en que han evolucionado
otras manifestaciones del arte. A la literatura se le sigue exigiendo (o esperando de ella, al
menos) que sea descriptiva, secuencial, y que nos cuente lo que de alguna manera ya
sabemos.
¿Por qué lo que se acepta en pintura, o en música, o en escultura, no suele tolerarse en la
literatura?
Tenemos, entre todos los que amamos (puede sonar cursi eso de “amar”, pero es como lo
siento) la literatura, que derribar las murallas y los corsés que la encarcelan.
¿Te he largado una monserga?
Venga, un saludo.
Afrodita a Buzo del Guadalquivir
http://buzodelguadalquivir.blogspot.com/2011/01/robare-el-
tiempo.html?showComment=1294524244542#c2787797904532188771
Comments
About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.