About the work
https://valentina-lujan.es/C/cuandomemiroalespejo.pdf
Cuando me miro al espejo y el espejito me dice “cuando los otros nos miran creyéndose estarnos viendo no imaginan que nosotros los miramos y creemos que, lo mismo que nosotros, ellos piensan que sabemos que apenas somos las sombras lo mismo que lo son ellos de lo que nunca vio nadie ni en su mirar ni en el nuestro” yo le contesto “espejito, espejito no me mientas, no me mientas espejito que sabes que te estoy viendo”.
Y si el espejo responde “qué importa que me estés viendo si termino de decirte que me ves porque te pienso” yo me quedo sin palabras, sin palabras ni argumento para explicarle “espejito, espejito tú me piensas porque me miras creyendo que al imaginarte pienso que, lo mismo que los otros e igual que imaginan ellos, te crees que cuando me veo no sé que me estoy mirando en el espejo que creo”.
11 de septiembre de 2015
Soliloquios
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About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.