Sobre la obra
https://valentina-lujan.es/alicia/nienfadaramiamigo.pdf
Que llevaba rato dando muestras de empezar a aburrirse o, para mayor precisión, de llevar aburrido ya desde que entramos por la puerta del museo cuando, tras mostrar los tiques y que un empleado los revisara con ese aparatito que debe de ser de rayos infrarrojos, al pasar por el arco detector de metales tuvimos un pequeño problema porque, si bien en el bolso de Sonia no detectó nada sospechoso, al pasar yo el arco empezó a pitar a causa de que llevaba en el bolsillo un llavero que terminaba de comprar para el juego de llaves que le daría a la cocinera nueva cuando acudiera, al día siguiente, para empezar a prestar sus servicios y que así Lola, liberada de ensaladas y lentejas, pudiera dedicarse por entero a buscar la llave del cajón de mi mesa (porque a veces, cuando salía yo con prisa, se me olvidaba dejarle la notita explicándole dónde la había escondido), y a contestar el teléfono cuando llamase mi tía, y a ocuparse del pienso extrusionado y de las pipas de Indalecio y Manolita, y de preguntar por la ventana a la dueña de la casa de lenocinio (que lo tacho para remplazar por prostíbulo, porque dice Lola que lo de lenocinio no iba a entender nadie qué significa) por dónde iba él, Indalecio, cuando, bien entrada la noche y yo ausente, hubiera ella (la madame ataviada con su estola de visón y sus chinelas) de bajar a la calle para, junto con otros vecinos del barrio, protestar del escándalo y poder concretar a los policías el canto y la estrofa que estuviese recitando.
Comentarios
Sobre el creador
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.