Estás convencido de que nadie te comprende; nadie excepto ella, Laura, que es tu guía y tu norte. Por eso vives siempre pendiente de tu móvil que es el cordón umbilical que te mantiene unido a ella; no te separas de él. Notas una vibración en tu bolsillo y un pitido te avisa de un nuevo wasap.El mensaje te lo deja bien claro: "ten cuidado y no bajes la guardia. Ellos tampoco son de fiar". Aún así, dudas y te preguntas por qué desconfiarde la sangre de tu sangre. Pero enseguida piensas que ell