Gaspar Requena es oriundo de Montesa, pero su actividad se extiende por otras localidades de la zona. También sabemos que trabajó en Valencia porque allí tuvo una actividad artística y familiar muy documentada. Pero como suele pasar a menudo en cualquier familia, el nombre del padre o del abuelo se suele aplicar a los hijos como perpetuación de la estirpe. Pero lo que para algunas cosas es aceptable, para otras, no lo es tanto. Esto ocurrió en la familia de Gaspar Requena. Por un lado, el nombre de Gaspar se aplicó a varios de sus miembros. Por otro lado, y esto es lo adverso, si sucede que en los documentos de los que se extraen las historias y vidas de los personajes, se extravían, se deterioran o se mal interpretan, la confusión está servida. Un poco de todo esto es lo que sucedió con Gaspar Requena y su familia. Intentaremos aportar un poco de luz, aunque no definitiva.
Para esta contribución vamos a dar conocimiento de la atribución de varias obras pictóricas anónimas hasta hoy. Una de las más significativas se encuentra en el Museo del Prado, aunque la intervención del maestro Gaspar en la pintura fuera de forma parcial. La otra que queremos mencionar, porque nos parece relevante en su carrera, es la polsera o guardapolvo correspondiente a un retablo desconocido que se encuentra expuesto parcialmente en el Salón Gótico del Palacio Arzobispal de Valencia (antes en el retablo de la Ollería).
Posiblemente Vicente Requena sea el último miembro de este linaje de pintores. Puede incluso que fuera hijo de Gaspar Requena, el longevo iniciador del taller. Él recoge el testigo y la evolución de la pintura de los Requena y los pone en un lugar muy alto. Más que cualquier otro miembro de esa familia. Empezamos ahora a descubrir la verdadera dimensión de su arte de transición y difusión de las doctrinas contrarreformistas, que lo sitúa en los lugares de privilegio que merece en la pintura valenciana.
New version
New version