STIM, la Sociedad Sueca de Derechos de Interpretación, ha lanzado la «primera» licencia colectiva musical dirigida a empresas de inteligencia artificial (IA), que combina la seguridad jurídica y la compensación económica a los creadores musicales. Su funcionalidad se está probando en un proyecto piloto con las start-ups Songfox y Sureel, pero su vocación es crear un modelo exportable que siente las bases para su funcionamiento en el largo plazo. La iniciativa está enfocada en dar «una respuesta a los avances de la IA en el ámbito de la música sin comprometer los derechos de los creadores musicales», explica STIM en un comunicado. Esta sociedad de gestión de derechos representa a más de 100.000 autores, compositores y editores musicales.
Tecnología de atribución externa
Songfox, empresa emergente con sede en Estocolmo, es la primera compañía con la que se ha firmado un acuerdo de licencia, por lo que sus usuarios podrán producir de forma legal versiones y composiciones creadas por IA. Eso sí, la plataforma incorpora una tecnología, desarrollada por la start-up californiana Sureel, que permite seguir el rastro de lo generado por IA hasta llegar a la obra original.
De esta forma, se pueden «auditar los ingresos en tiempo real» y se aborda una de las mayores brechas de confianza sobre la música generada con IA: «la falta de transparencia sobre qué datos se utilizan y cómo se compensa a los creadores», recoge Noti AI. Y aquí reside la novedad de esta licencia. Como explica Billboard, la licencia de STIM implica «un pago inicial cuando se usen para formación, una parte de los ingresos de la empresa tecnológica y otra de los ingresos de la música generada con IA a partir de elementos de las obras que controla».
Vocación universal
De momento, el proyecto se circunscribe a las «composiciones y grabaciones de una de las editoriales integrada en STIM», adelanta la revista musical, no obstante, la ambición de la sociedad sueca es «otorgar licencias a las compañías de IA para entrenar sus algoritmos con toda la música que controla». En todo caso, esta licencia solo estará «disponible para las empresas de IA que cumplan con los criterios» y estén dispuestas a «incorporar estas prácticas» justas, señala Music Business Worldwide (MBW).
Según Lina Heyman, directora ejecutiva de la gestora de derechos musicales, «estamos estableciendo un modelo escalable y democrático para la industria. Con la primera licencia colectiva de IA en el mundo, demostraremos que es posible afrontar la disrupción sin socavar la creatividad humana», según el comunicado de STIM. Por su parte, Simon Gozzi, director de Desarrollo de Negocio de la organización, ha manifestado a Euronews que la idea es que «cuanta más demanda genere un servicio de IA, mayores sean los beneficios para los titulares de los derechos».
Respuesta al auge de la IA
La propuesta de STIM se presenta en un escenario donde el uso de material protegido sin consentimiento y sin retribución se ha convertido en el argumento de numerosas demandas por parte de artistas, autores y titulares de derechos de todo el mundo. En este sentido, la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores (CISAC) ya advirtió, a finales del año pasado que la IA podría reducir en un 24% los ingresos de los creadores hasta 2028 si no se tomaban medidas de protección.
Por su parte, Music Ally, compañía de consultoría especializada en la industria musical, afirma que disponer de licencias en el mercado es un paso positivo, pero el verdadero reto de las sociedades de gestión de derechos es «persuadir a las empresas de IA para que las firmen.»
Fuentes: STIM (Comunicado), Noti AI, Billboard, MBW, Euronews, Music Ally.

