El uso de las tipografías marca la diferencia en los trabajos que realizan los diseñadores gráficos. Pero ¿están las tipografías protegidas por derechos de autor o se puede hacer uso de ellas con libertad? Aunque la Ley de Propiedad Intelectual española no las menciona, te anticipo que pueden gozar de protección. Veamos cómo.
La creación desde cero de tipografías es un proceso artístico y técnico que implica tiempo y conocimientos, por tanto, siempre que el resultado sea original y se distinga de creaciones existentes, está protegido por derechos de autor. Pero no es la única vía de protección.
También se puede registrar el nombre de la tipografía como marca, o bien, como diseño industrial. En ambos casos, se inscriben en la Clase 9 de la Clasificación de Niza relativa a los programas informáticos. Sí, has oído bien. Las tipografías modernas contienen códigos y algoritmos diseñados para crear y mostrar caracteres en pantallas, lo que las convierte en un software que interactúa con el sistema operativo.
Así, para usar este elemento creativo sin infringir los derechos de autor deberás obtener una licencia. Para trabajos académicos o invitaciones personales es suficiente con adquirir una licencia de tipo personal, pero para proyectos que exceden el ámbito privado, como una campaña publicitaria o el diseño de un logotipo, es imprescindible comprar una licencia comercial.
Para entender bien los permisos que otorga cada licencia, antes de usar la fuente, lee siempre los términos y las condiciones, incluso aunque ya la hayas usado previamente. También te recomendamos guardar las facturas, recibos o cualquier otra prueba de la compra de la licencia para contar con un respaldo legal en caso de que surjan problemas. Y, ante cualquier duda, contacta con el creador o proveedor de la tipografía para confirmar su uso y limitaciones.
Por otro lado, ten presente un par de advertencias.
Cuidado con las descargas gratuitas de tipografías, porque podrían no tener licencia para uso comercial. Revisa los términos en la propia web antes de comenzar el trabajo.
Tampoco caigas en el error de pensar que por adquirir la licencia de uso de una tipografía puedes aplicarla a cualquier diseño. Puede estar limitada a un único proyecto o cliente. También es factible que permita, por ejemplo, el uso en papelería, pero no en un sitio web, a no ser que pagues un precio superior.

