OpenAI ha anunciado que participará en la realización de Critterz, una de las primeras películas creadas principalmente con inteligencia artificial, y cuya puesta de largo será el próximo año en el Festival de Cannes. El objetivo de la propietaria de ChatGPT es probar que las nuevas herramientas tecnológicas tienen capacidad para llevar a cabo proyectos cinematográficos «más rápido y a un precio más económico» que con los métodos tradicionales. El anuncio llega en un momento en que varios estudios de Hollywood están inmersos en demandas contra empresas de IA por vulneración de derechos de autor, como son los casos de Disney o Warner Bros contra Midjourney.
Un «desafío» a la industria que nació como un corto
El proyecto de Critterz representa «un desafío a los estándares de la industria», recoge Infobae, que explica cómo OpenAI tiene previsto emplear en el largometraje herramientas propias como ChatGPT-5 y algunos de sus principales recursos tecnológicos con la intención de demostrar que la IA puede producir cine de forma más eficiente que Hollywood. La película se presentará en mayo de 2026 en el Festival de Cannes, tras lo cual se estrenará en cines de todo el mundo.
El largometraje versa sobre unas criaturas que habitan en un bosque y cuya tranquila aldea es asaltada por un extraño. El argumento nació hace tres años de la mano de Chad Nelson, especialista creativo de OpenAI, que lo ideó como un cortometraje de animación mientras probaba la herramienta de generación de imágenes DALL-E, desarrollada también por la tecnológica, explica WSJ.
Nueve meses de trabajo y menos de 30 millones de dólares
Lo que inicialmente era un corto se transformará en un largometraje gracias al apoyo de dos productoras ubicadas en Londres y Los Ángeles. El objetivo es concluir el trabajo en solo nueve meses, frente a los tres años que llevaría normalmente un proyecto similar, ha explicado James Richardson, cofundador de la londinense Vértigo Films, una de las productoras encargadas junto al estudio especializado en IA Native Foreign.
«Se trata de un experimento masivo y muy ambicioso», ha reconocido el propio Richardson. Pero la diferencia no será solo el tiempo empleado en su producción. También el coste. Critterz cuenta con un presupuesto de menos de 30 millones de dólares, una cifra muy inferior al coste habitual de las grandes producciones animadas, que se sitúan entre los 100 y los 200 millones de dólares, según Barrons-AFP.
Bocetos de creativos y voces de actores reales
La película, no obstante, no será únicamente una creación de la inteligencia artificial, sino que la combinará con el trabajo humano. Así, el libreto ha sido escrito por parte del equipo de guionistas de Paddington: Aventura en la Selva, y los bocetos iniciales que servirán para entrenar a las herramientas de generación de imágenes han sido encargados a artistas. Además, en las próximas semanas se empezarán a contratar a actores humanos que prestarán sus voces a los personajes.
¿Estarán protegidos sus derechos de autor?
Aunque en principio las creaciones generadas por IA no cuentan con protección por derechos de autor, el empleo de actores reales para los doblajes o de artistas para los bocetos «probablemente harán que cumpla los requisitos para su protección», ha explicado en WSJ el cofundador de Native Foreign, Nik Kleverov.
Esta sería una de las soluciones parciales a los problemas legales que, según señala José Luis Farias, de la plataforma NextLab, deben afrontar este tipo de proyectos sobre «cómo hacer estas películas sin infringir los derechos de autor», recoge El País.
Financiación cerrada y reparto de beneficios
El filme contará con la financiación de Federation Studios, la matriz parisina de Vértigo, y pretende establecer un modelo de reparto de beneficios entre la treintena de personas que forman el equipo de la película. Por el momento el proyecto no ha dado pasos para elegir una distribuidora de la cinta ni se ha planteado si la creadora de Chat GPT participará en la estrategia de marketing, aclara Infobae.
OpenAI y su apuesta por el cine
El proyecto Critterz «refleja el tipo de creatividad y exploración que nos encanta fomentar», explican desde OpenAI. Sin embargo, su propósito va más allá y busca demostrar que la IA tiene capacidad para ofrecer un contenido valioso para la industria cinematográfica, lo que «acelerará la adopción de la tecnología en Hollywood», ha declarado Chad Nelson. Por otro lado, al abaratar el acceso a la producción se abrirán las puertas para que más creativos puedan plasmar su contenido.
La tensa relación entre Hollywood y la IA
El paso de OpenAI es considerado un movimiento audaz en la partida de ajedrez que disputan los gigantes de la IA con la industria del entretenimiento, ya que llega en un contexto de conflictos judiciales entre varios estudios de Hollywood y las compañías tecnológicas por los derechos de propiedad intelectual. Como ejemplo están las demandas de Disney o Universal y, más recientemente, Warner Bros., contra Midjourney por presuntos plagios de sus obras protegidas.
Por otro lado, conglomerados como Disney o Netflix llevan tiempo probando con la IA en labores de producción o marketing, si bien hasta ahora han sido reticentes a emplear estas herramientas en otros aspectos de la producción «en parte por temor a molestar a actores y guionistas, cuyos gremios han luchado por obtener una mayor protección» frente a estas herramientas que «podrían costarles el trabajo», concluye WSJ.
Fuentes: Wall Street Journal, Infobae, Barrons-AFP, El País.

