Esta afirmación es engañosa porque son dos los aspectos que se pueden cuestionar en un registro de propiedad intelectual:
- La solidez de la inscripción.
- La veracidad de lo que dice la inscripción.
Lo que Safe Creative como registro de propiedad intelectual debe garantizar y garantiza es el primero.
La solidez de una inscripción es incuestionable si no resulta posible la modificación de su contenido ni de su fecha de registro.
El contenido del registro consta de una copia de la obra y/o los elementos descriptivos o del proceso creativo que aporta el registrante para su identificación y dar solidez a su declaración de derechos.
En el caso de Safe Creative, la solidez de la integridad del contenido y fecha de la inscripción queda fuera de cualquier duda razonable por la aplicación redundante de tecnología criptográfica. Son tres las huellas digitales que se extraen del contenido para identificar pericialmente qué es lo que se ha registrado. Incluso en el improbable caso de que uno de los tres algoritmos empleados pudiera verse comprometido en el futuro por una vulnerabilidad en su formulación, la discordancia que produciría con los otros mantendría la garantía de integridad.
La veracidad de la fecha de registro queda igualmente fuera de cualquier duda razonable al ser dos los sellados de tiempo aplicados a las huellas criptográficas, de manera que también la necesidad de concordancia de ambos sellados descarta una improbable futura vulnerabilidad en uno de ellos.
Adicionalmente Safe Creative graba diariamente en blockchain una huella criptográfica de los registros realizados en cada fecha, que añade otra comprobación redundante del contenido y fechas de las inscripciones.
Este proceso tecnológico, empleado por Safe Creative, deja fuera de toda duda la solidez de las inscripciones.
Esta solidez es la que necesita la persona que quiere obtener una prueba sólida de la paternidad de su obra, demostrando que nadie antes que él disponía de ella, o incluso también de bocetos o esbozos del proceso creativo que ha seguido para su creación.
Por tanto esta es la garantía que ofrecemos en Safe Creative a los autores.
Por supuesto si una persona usa un registro de propiedad intelectual (Safe Creative o cualquier otro) para registrar trabajos que no son originales o no tienen los valores de creatividad protegidos por el derecho de autor, el contenido que han registrado o las manifestaciones de derechos que han declarado pueden ser cuestionadas, pero lo que se cuestiona en ese caso es la creatividad o la originalidad del trabajo, no la solidez del registro. Dirimir sobre la originalidad y veracidad de los derechos declarados ni lo puede ni lo debe realizar un registro, sino el órgano judicial o de arbitraje competente.