About the work
https://valentina-lujan.es/C/candoresencand.pdf
Candores encandilados, boquiabiertos, espantados, caminan de a tres en fondo buscando llegar al alto, inalcanzable remanso donde no encontrarse nunca otra vez desamparados, perdidos en qué quedara de un cuándo en que siendo ilusos, pequeños y esperanzados, se vieron (sin saber cómo) arrastrados por el fango.
Y se duelen, y se mofan, de haber sido lo que fueran fuera de quien los sintiese como suyos y por siempre adorno de qué se quiso entender como pureza en puridad y en entera consciencia de que pintaban algo en quien los dibujara en las almas que soñaban con no despertar a tientas, a oscuras y sin saberse en un dónde y en un cuándo que no eran…
Los suyos, en que crecieran, alimentados de engaños, dulces, bien aderezados, alentados a ser fuertes simplicidades mundanas que comprenderán el mundo y a sus gentes y a las gracias que conceden los que llevan en sus manos las tenazas con que cortar cuando broten inocencias que, si arraigan, se harán dueñas de un ya nunca regresar a la pitanza de despojos de vacías promesas que se quebrantan.
Y conversan y se ríen candores que se acompañan de saberes de otros mundos, y otros tiempos, y otras tantas etapas de sus caminos recorridos a la zaga de conocerse a sí mismos y reconocer las causas que los llevaron, despacio, sin prisa pero sin pausa, a llegar a su ahora mismo desde donde, entre hojarasca, avanzarán sin un ruido ni dejar huella ni traza arrancando de raíz, sin machete ni tenazas, las hierbas que si bien malas, o torpes, o envenenadas, enrarecieron apenas qué es eterno allá en el alma.
Reliquias
About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.