About the work
https://valentina-lujan.es/P/medianoche.pdf Medianoche atadura reproche, consecuencia borbotón tragedia, alamar derivada gramófono y, por un por si acaso — que a saber si alguna vez se daría de manos a boca con el arraigo improbable de un extraño del que se conserva, apenas, algún que otro rasgo (o gesto, o detalle del atuendo) —, la añadidura dubitativa de otro cálido, aunque desguarnecido, antaño que desvela, por entre la somnolencia, el zureo verdiblanco del azogue de cuentos… – A la luz de la hoguera que arroparon los credos ¿No es cierto? Tal vez, pero, no sabría cómo decirle, pedirle, rogarle… Sí, va a ser mejor rogarle, ¿no cree?, algo menos evidente. Y Que, aunque eso iba a ser hazaña lateralmente incruenta, trataría, en la medida de lo accesorio, de compatibilizar sus cuadraturas con el círculo ostensiblemente abierto de mis intervalos menos tenues. – Que, y no vaya a tomarlo por el lado de la adulación, me pareció ampliamente razonable. Aunque — pero se consideró falacia entrar, y ya justos que íbamos, en ciertos detalles de tan dudosa verificación —, me daba, sí, su palabra de imprimirlo en letra de molde y a doble página. – Pero que — imagínese, dijo —, habiendo tantísima gente con dolor de juanetes y problemas conyugales… 7 de marzo de 2023 Etiqueta: Quimeras Categoría: Prosa
About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.