About the work
http://valentina-lujan.es/alicia/mimosapud.pdf
salida no sé yo de dónde porque, que yo sepa, es originaria de América y si bien ha sido introducida a otras partes del mundo como África y Asia (según pude leer en la Wikipedia tan pronto llegué a casa) de Europa no dice nada, y yo, la verdad y aunque me gustaría presumir de ser un hombre viajado, nunca he estado en ninguna parte fuera de…
–¿Qué no? — mi madre, como se mete en todo. Y que una vez estuvimos en Cercedilla.
– Sí, mamá; pero Cercedilla no me sirve.
– Cercedilla no me sirve — ella, con retintín.
Y que al niño — acentuando el retintín — Cercedilla no le sirve y que tendría que haber vivido los tiempos en que ella era niña para saber lo que es no haber ido más allá del Retiro.
– No, mamá; si Cercedilla me gustó mucho, y el Retiro también, pero en ninguno de los dos sitios podría yo estar debajo de una mimosa…
– Oh — escandalizada, y que a ella no le cuente esas cosas.
– Púdica, mamá; mimosa púdica.
– Mimosa ya veo, es decir imagino a la vista de; pero púdica no sé yo.
Dice, arrugando la nariz.
– Y tentado estuve por un momento — le cuento a mi amigo — de explicarle que, mamá, es un árbol, la mimosa púdica sólo es un árbol.
Pero que preferí zanjar la discusión con un continuará, así, en negrilla, para que me salte la vista — le digo, a él — cuando vuelva a echar mano de los papeles y me acuerde de cambiar la mimosa de la página anterior por una acacia, o quitarle el enlace resaltado en azul claro, y tirar esta hoja a la papelera y olvidarla como si no hubiera existido jamás.
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About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.