About the work
https://valentina-lujan.es/Z/aliciabermudez.pdf
El blog se ha eliminado
Esta página está en preparación, a la espera de que los tales (que no los cuales, no vaya y se mosqueen) me den autorización para desvelar sus nombres o las referencias a otros con quienes estuvieron de alguna manera relacionados.
Ejemplo: Don Gabriel, que por estar fallecido - según puede verse en el bodegón de las perdices de Adoración López - sin descendencia no hay peligro de que sus deudos me demanden.
Pero ya advierto de que sólo es un ejemplo de los muchos que podrían ponerse y se pondrían de no existir el peligro de que pudiese tener yo problemas ni con los vivos ni con sus correspondientes deudos; y de que por eso, y no por cualquier otra circunstancia o motivo que ni por asomos se me está pasando por las mientes de momento al menos, es por lo que decidí culparlo a él de ser el valga la redundancia "culpable" de que Lola, que le sentó por cierto muy mal lo de la aspiradora justo cuando lo de la señora que cerró el libro y apagó la tele no llegó a decirle al marido que... Pero eso voy a dejarlo así porque para qué ser "una" quién diga ni cuente cuando, con tan sólo acudir al Baulito de Valentina y abrir la bolsa de cuadros escoceses que se muestra más abajo, podrá leer el lector con sus propios ojos, todos (o una gran parte de ellos) los post-it de Lola; y comprender con su propio criterio o raciocinio.
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About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.