About the work
https://valentina-lujan.es/U/unaventanaentreabierta.pdf
Una ventana entreabierta, una mentira encubierta, el silbar de una sirena, el collar de una condesa, el olor a menta fresca, el deslizar de la inercia, la brevedad de una espera, el azul de unas ojeras, el arrastrar de cadenas, el incumplir las condenas, dos minutos y hora y media, aceitunas en salmuera, no divulgar las miserias, un jarrón con dos gardenias, el crepitar de una vela, un rencor que se alimenta, el sacudir de una estera, un caramelo de fresa, los zapatos de un hortera, el rodar de una calesa, un tomate en la nevera, tres naipes sobre una mesa, un pensar con la entrepierna, caminar sobre la arena, lo que cuenta una portera, un fuerte dolor de muelas, un sinsabor que desvela, una jarra de cerveza, una historia que se enreda, saber vencer la pereza, la reina de una colmena, los pulsos cuando se alteran, una comida grasienta, los intereses que imperan, el humear de una tetera, recuerdos que no concuerdan, cuatro puntos que se sueltan, los restos de una merienda, un propósito de enmienda, no tener nada de cena, cantar uno las cuarenta, una verdad que se niega, amonestar al que yerra, un perfume que fermenta, el bofetón de una afrenta, un pez en una pecera, una madre que se mienta, una llegada a la meta, un anfitrión que se ausenta, el césped de una pradera, la curva de unas caderas, un rótulo en una puerta, la rive gauche del Sena, un asomo de entereza, la ocasión que no se tercia, el perdón que se nos niega, una cesta con cerezas, un cuento que no interesa, forraje en una carreta, la mitad de una quincena, una asquerosa indecencia, un secreto que se inventa, una salsa que no espesa, dilapidar una herencia, alguien que llega y se cuela, un fiambre en la trastienda, un borracho que vocea, un camino que se estrecha, la traición que se sospecha, el balido de una oveja, tender ropa en una cuerda, un asomo de vergüenza, calentar unas lentejas, dos amantes que se enfrentan, no encontrar una pamela, un sonido que molesta, lograr algo por la fuerza, una barraca de feria, los ojos de una pantera, una puerta que no cierra, una rama de canela, un atardecer cualquiera, reírse como una hiena, anunciar la primavera, un puñado de monedas, una bata de franela, el fragor de una contienda, cierto peligro que acecha, una pizca de pimienta, una estúpida torpeza, unos pendientes de perlas, el honor de una doncella, un recuerdo que se aleja, un amor que se impacienta, una bola que no rueda, una sombra en una almena, un envejecer sin pena, los avances de las ciencias, un arco y ninguna flecha, la albufera de Valencia, una matrona que llega, un ramito de caléndulas, ponerse de vuelta y media, un tesoro que se entierra, llegar muy tarde a una fiesta, una caña que no pesca, un vendedor de pulseras, una oscuridad que aterra, los andares de una reina, algunos copos de avena, una herida que se venda, una tarde de tormenta, un torrente de tristeza, oler algo que alimenta, resistir mientras se pueda, un carnaval en Venecia, una observación certera, la carrera en una media, un feliz brillo de estrellas, una música sin letra, una copita de absenta, un eslabón que se suelda, ninguna huella en la arena, unas enaguas de seda, la solución de un problema, una mosca en una oreja, un pinchazo en una rueda, una cana en una ceja, un ciclista que se acerca, panales de miel de abeja, las noches de luna llena, la riña de una pareja, un aroma de verbena, un soldado cuerpo a tierra, un fulgor que reverbera, un despertar sin pereza, amortajar a una muerta, hacer trampa en una encuesta, incumplir una promesa, arrancar la mala hierba.
La vida en octosílabos.
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About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.