About the work
https://valentina-lujan.es/D/despertandounmensaje.pdf
Despertando, un mensaje paralelo que hablaba del encuentro de sabores mezclados con cimientos herrumbrosos de salitre sosteniendo las deudas de los inculpados en la preciosa pérdida de, al menos, los últimos caudales que desbordados arrasaron las tímidas puntadas que dio el tiempo sobre la tez amarillenta y ya sin brillo de quienes pretendieron apresar la juventud entre las garras del aspecto mordaz, casi ostentoso, de cuerpos enfundados en la rígida, inclemente, parvedad de cinturas que se quiebran bajo el peso sin poquedad de la espesura ominosa del reciente, caduco y adiestrado estrago augusto, del pasar al otro lado del espejo.
Y dice, en una especie de rugir que se desgarra en cientos de agravantes conclusiones, de la contemplación de ciertos ritos arrostrados de cúspides de acentos cargados sobre el apenas bronco atisbo de cálices de rosas aguerridas usando de su estragado candor tan viejo para, en la curva lejana del comienzo del aquí que se dispara, rasgar el cielo gris de una temprana confirmación sin pábulo y sin ganas de párvulas admoniciones que ensamblaran el para qué con el por si al acaso de algún quizás ya nunca más prenderse del pudo ser pero triunfó la farsa.
Luego se despereza y guarda ausencias al redoblar de campanas de silencios restañando los surcos trazados por la lenta mano fugaz de lúbricas contiendas absortas en la abominación de la experiencia que susurra, sin murmurar ni levantar calumnia, censuras avaladas por ambiguos, difusos descabalados argumentos, perdidos entre el estertor de las cadencias y el lento errar de pasos desandados de vuelta al primigenio fin al que se hurtaron.
15 de noviembre de 2015
Oquios
About the creator
Escritora, porque la escritura es lo que profeso. Pero, no siendo la escritura mi fuente de ingresos, no me atrevería a denominarla mi profesión. No creo, por otra parte, que estuviera dispuesta a avenirme a complacer a nadie, lector o editor. Ni a comprometerme a cumplir los plazos de entrega a que deben ceñirse tantos de los que publican. Literatura por encargo, como si el escritor fuera un sastre o un fabricante de electrodomésticos. Me espanta el sólo pensarlo.
No tengo formación académica.
Ah, que se me olvidaba explicar a mis lectores, y a mis seguidores, y a mis amigos y enemigos, por qué "Telas de araña con bastón, canario y abanico"; y ello es por algo tan sencillo como el hecho de que la vida, todas las vidas, son exactamente una tela de araña, entretejiéndose, las unas con las otras.
He de confesar también que el título no se me ocurrió a mí; no. El título es el de un cuadro, grande, al óleo, que vi hace muchos años no recuerdo ya dónde en una exposición y en el que, aunque me dejé los ojos escrutándolo, no logré encontrar ni el bastón ni el canario ni el abanico y que, además y desafortunadamente, no recuerdo el nombre del autor.