Gestora de aprovisionamiento de profesión, aunque me habría dedicado a las letras si hubiera escuchado más a mi vocación y no tanto a mi profesora de lengua y literatura del instituto. Sobre un relato propio que escribí cuando tan solo contaba con trece años, sentenció que era copiado.

Dedico a la escritura todos los espacios posibles como afición. Mi blog en substack “Canela y sal”.

Mi pasión, traducir a palabras un mundo que a veces no entiende nadie. El paso fugaz del tiempo, la nostalgia, lo efímero de la vida son los temas que más trato en mis versos en prosa.

Escribo sobre matrescencia, sobre el cansancio olvidado que sentimos las madres, el dolor y el amor a partes iguales.