Escribo poesía desde que tengo uso de razón, incluso ya antes de aprender a escribir, mi madre transcribía las cosas que me escuchaba decir. Con el tiempo vi en la fotografía otro método de expresión emocional. Un día se me ocurrió mezclar ambas, y al día siguiente, se me ocurrió que había sido una idea absurda. Pero quiso lo que sea que fuere que a veces nos impulsa a hacer cosas, que me apuntara a un curso de poesía, un curso impartido por Lina Botero, "poetografa", vi en ella una representación de quién yo me sentía ser, poesía y fotografía ¡Qué maravillosa mezcla!. Hasta entonces sólo había usado la fotografía a título personal en mis viajes y visitas y como contribuidora en exclusiva para la agencia fotográfica Istock Getty. Cuando fusioné estas dos "identidades" de mi persona, supe que independientemente del resultado, esto, era lo que nacía en mí y a través de mí, y sobre todo, brotó un sentimiento gigantesco de necesitar compartirlo con el mundo.