Cuento de Navidad

01/02/2018 1801025254558

El día en el parque de atracciones había sido largo y agotador. Monótono como todos los de aquella semana maldita. Almibarado hasta la náusea. Un día más. Un día como otro cualquiera, vaya. Y, por más que en ello me esfuerce, no soy capaz de recordar nada especial, la más nimia diferencia que hiciera presagiar lo que a punto de ocurrir estaba. Yo fui la única culpable, lo reconozco, pero no esperen de mí arrepentimiento, a estas alturas del cuento ya deberían saber que nunca fue ése mi punto fuerte. En fin, creo simplemente que mi proverbial paciencia se agotó de golpe y, bueno, tal vez estuviera un poquito celosa, no lo niego. Tantos pequeñines galopando felices, gira que te gira en los caballitos de la noria, tanta sonrisa manchada de algodón de azúcar, tanta navideña ingenuidad, tanta candidez, tanto osito de peluche... ¡Agh!. Y yo, allí. Sola. Sin nadie a quien atizar algún que otro escobazo. Comprenderán mi drama. De vez en cuando incluso las brujas necesitamos algo, una pizquita al menos, de diversión y harto desagradable −¡no alcanzo a explicar cuánto!− es de por sí época tan aciaga para nosotras. Así que, sin apenas darme cuenta −decía− casi casi a traición, de mis labios escapó aquel conjuro impronunciable. El cielo se encolerizó de golpe, nubes de plomo rasgaron de inmediato el firmamento, el viento aulló furioso y el ciclón arruinó en un instante toda la magia y la dulzura de la tarde. Un parque triste y desolado, completamente arrasado, quedó tras su paso. Incapaz fui de deshacer el hechizo aunque lo intenté, créanme, porque en el fondo odio la soledad, nunca fui tan perversa como en ocasiones gusto aparentar y, en realidad, yo sólo pretendía escarmentarles un poquito. Pero tranquilos, con mi suerte y para mi desdicha, seguro que el vendaval, a la postre tan traidor, al Reino de Oz a todos arrastró. Tal vez al País de Nunca Jamás. Y allí estarán ellos ahora. Agradeciendo mi torpeza. Felices como perdices.

  • Narrative, Essay
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Title Cuento de Navidad

Identifier 1801025254558

Entry date Jan 2, 2018 11:46 AM UTC

El día en el parque de atracciones había sido largo y agotador. Monótono como todos los de aquella semana maldita. Almibarado hasta la náusea. Un día más. Un día como otro cualquiera, vaya. Y, por más que en ello me esfuerce, no soy capaz de recordar nada especial, la más nimia diferencia que hiciera presagiar lo que a punto de ocurrir estaba.
Yo fui la única culpable, lo reconozco, pero no esperen de mí arrepentimiento, a estas alturas del cuento ya deberían saber que nunca fue ése mi punto fuerte.
En fin, creo simplemente que mi proverbial paciencia se agotó de golpe y, bueno, tal vez estuviera un poquito celosa, no lo niego. Tantos pequeñines galopando felices, gira que te gira en los caballitos de la noria, tanta sonrisa manchada de algodón de azúcar, tanta navideña ingenuidad, tanta candidez, tanto osito de peluche... ¡Agh!.
Y yo, allí. Sola. Sin nadie a quien atizar algún que otro escobazo. Comprenderán mi drama. De vez en cuando incluso las brujas necesitamos algo, una pizquita al menos, de diversión y harto desagradable −¡no alcanzo a explicar cuánto!− es de por sí época tan aciaga para nosotras.
Así que, sin apenas darme cuenta −decía− casi casi a traición, de mis labios escapó aquel conjuro impronunciable. El cielo se encolerizó de golpe, nubes de plomo rasgaron de inmediato el firmamento, el viento aulló furioso y el ciclón arruinó en un instante toda la magia y la dulzura de la tarde. Un parque triste y desolado, completamente arrasado, quedó tras su paso.
Incapaz fui de deshacer el hechizo aunque lo intenté, créanme, porque en el fondo odio la soledad, nunca fui tan perversa como en ocasiones gusto aparentar y, en realidad, yo sólo pretendía escarmentarles un poquito. Pero tranquilos, con mi suerte y para mi desdicha, seguro que el vendaval, a la postre tan traidor, al Reino de Oz a todos arrastró. Tal vez al País de Nunca Jamás. Y allí estarán ellos ahora. Agradeciendo mi torpeza. Felices como perdices.

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Marta Navarro Calleja

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Jan 2, 2018


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El día en el parque de atracciones había sido largo y agotador. Monótono como todos los de aquella semana maldita. Almibarado hasta la náusea. Un día más. Un día como otro cualquiera, vaya. Y, por más que en ello me esfuerce, no soy capaz de recordar nada especial, la más nimia diferencia que hiciera presagiar lo que a punto de ocurrir estaba.
Yo fui la única culpable, lo reconozco, pero no esperen de mí arrepentimiento, a estas alturas del cuento ya deberían saber que nunca fue ése mi punto fuerte.
En fin, creo simplemente que mi proverbial paciencia se agotó de golpe y, bueno, tal vez estuviera un poquito celosa, no lo niego. Tantos pequeñines galopando felices, gira que te gira en los caballitos de la noria, tanta sonrisa manchada de algodón de azúcar, tanta navideña ingenuidad, tanta candidez, tanto osito de peluche... ¡Agh!.
Y yo, allí. Sola. Sin nadie a quien atizar algún que otro escobazo. Comprenderán mi drama. De vez en cuando incluso las brujas necesitamos algo, una pizquita al menos, de diversión y harto desagradable −¡no alcanzo a explicar cuánto!− es de por sí época tan aciaga para nosotras.
Así que, sin apenas darme cuenta −decía− casi casi a traición, de mis labios escapó aquel conjuro impronunciable. El cielo se encolerizó de golpe, nubes de plomo rasgaron de inmediato el firmamento, el viento aulló furioso y el ciclón arruinó en un instante toda la magia y la dulzura de la tarde. Un parque triste y desolado, completamente arrasado, quedó tras su paso.
Incapaz fui de deshacer el hechizo aunque lo intenté, créanme, porque en el fondo odio la soledad, nunca fui tan perversa como en ocasiones gusto aparentar y, en realidad, yo sólo pretendía escarmentarles un poquito. Pero tranquilos, con mi suerte y para mi desdicha, seguro que el vendaval, a la postre tan traidor, al Reino de Oz a todos arrastró. Tal vez al País de Nunca Jamás. Y allí estarán ellos ahora. Agradeciendo mi torpeza. Felices como perdices.
Work type Narrative, Essay

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Entry date Jan 2, 2018 11:46 AM UTC
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Author. Holder Marta Navarro Calleja. Date Jan 2, 2018.


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